El aprendizaje
Introducción: corrientes y autores
El de aprendizaje es uno de los conceptos centrales de la psicología, y la controversia alrededor del mismo sirve para explicar la evolución de parte de esta disciplina a lo largo de todo el siglo XX. A la importancia que este concepto pueda tener en la vida cotidiana (si algo que sea sinónimo de la vida humana es el aprendizaje, pues nunca terminamos de aprender…), hay que unir las importantes consecuencias prácticas que pueden seguirse de cada modelo o teoría. Detrás de cada sistema educativo, de cada técnica de estudio, y de cada actitud ante la vida hay a menudo un modelo de aprendizaje.
Podemos comenzar adoptando la definición de aprendizaje de D.E. Papalia (Psicología, McGraw Hill): “El aprendizaje es un cambio relativamente permanente en el comportamiento, que refleja una adquisición de conocimientos o habilidades a través de la experiencia y que puede incluir el estudio, la instrucción, la observación o la práctica. Los cambios en el comportamiento son razonablemente objetivos y por lo tanto pueden ser medidos”. En cuanto a las teorías del aprendizaje, cabría hacer muchos matices, pero por simplificar un poco la materia nos centraremos en las dos más importantes:
- Conductismo: comienza a principios del siglo XX. Pretende enfocar la psicología de un modo científico, como una ciencia natural más, reaccionando así contra las corrientes mentalistas que estudiaban la introspección. Por ello, los conductistas intentan estudiar las conductas observables y medibles de un individuo. Se toma animales como un punto de partida para la investigación y se da por supuesta la continuidad hombre-animal. Trata de explicar el comportamiento como una serie de estímulos y respuestas. Sus autores más importantes son Pavlov, Watson, Skinner y Hull.
- Cognitivsmo: surge en los años 60, y es precisamente una reacción a las limitaciones del conductismo. Intenta recuperar lo que despreciaran los conductistas: los fenómenos internos que intervienen en los procesos psicológicos, desde los más básicos hasta los más complejos. El modelo de aprendizaje ya no es el animal, sino el ordenador, la inteligencia artificial: la mente sería, desde este punto de vista, un instrumento que procesa información. En esta corriente destacan: Piaget, Bruner, Ausubel y Vygotsky.
Teorías conductistas
El conductismo aspira a convertir la psicología en una disciplina científica en un sentido estricto, similar al resto de las ciencias naturales. Por ello, tan sólo entrarán en consideración aquellas variables que puedan constatarse de un modo objetivo. Cualquier tipo de especulación sobre los estados internos del individuo será rechazada por el conductismo. Desde esta teoría, el individuo no es más que un conjunto de respuestas dadas ante unos estímulos determinados, de modo que cualquier tipo de comportamiento puede aprenderse o también extinguirse. Una planificación adecuada del conjunto de estímulos necesarios puede inculcar en el sujeto la conducta deseada.
Pavlov
Partiendo de sus estudios fisiológicos del proceso digestivo de los perros, este médico ruso formuló uno de los principios básicos del conductismo: el condicionamiento clásico. Para ello ideó el siguiente experimento: cada vez que presentaba la comida a un perro, hacía sonar una campanilla. Las primeras veces, el perro tan sólo salivaba en presencia de la comida. Sin embargo, con el tiempo, la repetición diaria del mismo ritual logró que el perro salivara jugos gástricos con tan sólo oír la campanilla. En este experimento entraban en juego los siguientes conceptos:
- Estímulo incondicionado: es el estímulo que provoca una respuesta de un modo natural, sin ningún tipo de aprendizaje previo. En el experimento de Pavlov sería la comida.
- Repuesta incondicionada: es la respuesta que se da ante el estímulo incondicionado cuando no ha habido ningún tipo de adiestramiento o instrucción. Sería la respuesta natural(en este caso la salivación o secreción de jugos gástricos).
- Estímulo neutro: es aquel que, al principio del experimento, no guarda relación alguna ni con la respuesta incondicionada ni con el estímulo incondicionado. En el ejemplo, se trataría del sonido de la campanilla.
- Estímulo condicionado: es el estímulo neutro, una vez que el experimento se ha repetido un número suficiente de veces, y se ha logrado que ante el estímulo que en principio era neutro, el animal responda con la respuesta incondicionada.
- Respuesta condicionada: es la respuesta que, tras un número suficiente de experimentos, se recibe ante el estímulo condicionado.
Así, el condicionamiento clásico o reflejo condicionado sería aquel aprendizaje de relaciones entre estímulos en el que logramos que un estímulo en principio neutro, termine transformado en estímulo condicionado y provoque así la respuesta condicionada. Pavlov no se cansó de repetir que en este tipo de aprendizaje no se produce ninguna clase de conexión interna o asociación mental. Al contrario, lo único que hace el sujeto de aprendizaje es dar una respuesta ante un estímulo repetido. El proceso es puramente fisiológico, y no mental. La interpretación pavloviana pretende ser exclusivamente fisiológica, y siempre rechazó el calificativo de psicólogo. De hecho, a menudo se alude a su teoría como “reflexología”, pero por ser un claro precedente del conductismo, y por sentar bases conceptuales del mismo tampoco es erróneo ponerle en relación con autores como Watson o Skinner.
Watson
J.B. Watson se propone abiertamente transformar la psicología en ciencia, alejándola de los esquemas funcionalistas y estructuralistas. Para él, conceptos como “alma”, “mente” “conciencia”, o cualquier otro que haga referencia a la subjetividad no tienen cabida en la psicología si pretendemos lograr conocimiento científico. Así que asumió el esquema E-R (estímulo-respuesta) como el que más nos puede ayudar a entender los mecanismos del aprendizaje humano. Para Watson, el estímulo es “cualquier objeto externo o cualquier cambio en los tejidos mismos debido a la condición fisiológica del animal”, mientras que la respuesta se define como “todo lo que el animal hace”.
Watson comenzó sus experimentos con animales, pero después comenzó a aplicar los resultados de Pavlov con niños, tratando de inducir en los mismos respuestas condicionadas. Aprovechando las respuestas innatas (respuestas incondicionadas) el psicólogo puede controlar y predecir la conducta de los niños por medio del condicionamiento. Así la psicología queda estrechamente ligada a la fisiología.
Hull
Influenciado por Pavlov y también por la ley del efecto de Thorndike (la conducta que satisface al individuo es la más probable en el futuro), Hull trató de sistematizar la psicología aún más que sus contemporáneos, tomando para ello otros modelos científicos como el de Newton o Euclides. Su teoría de la conducta se construye en torno a dos conceptos clave: impulso (drive) e incentivo. Amplió el esquema E-R por considerarlo incompleto, y comenzó a hablar del E-O-R: estímulo-organismo-respuesta. El organismo (y las condiciones del mismo) juega un papel esencial en el aprendizaje, y Hull, aplicando el método hipotético-deductivo, trató de “diseccionar” el mismo en subdesarrollos fisiológicos y neurológicos de E-R, e intentó convertir la psicología en una ciencia de tipo formal, con axiomas, postulados, teoremas y corolarios, y con un enorme poder predictivo, lo que sería criticado por Skinner. Al multiplicar el número de conexiones E-R, Hull trata de justificar las variables intermedias. Sin embargo con el hundimiento del positivismo lógico fracasó también la propuesta de Hull en su conjunto. Su sistema se puede resumir en esta fórmula:
E=HxI
E es el potencial de reacción. Como tal es un concepto teórico. Sería la tendencia a producir alguna reacción por efecto de un estímulo. Podríamos medir, por ejemplo, la fuerza de la respuesta, su velocidad, o una vez adquirido el hábito, la resistencia a la extinción de éste. H sería la fuerza del hábito. Se podría definir por el número de refuerzos que el animal ha recibido (número de recompensas). La I significaría el impulso que es también un concepto teórico que, al igual que los otros, también se puede referir a los hechos, como por ejemplo la privación de alimento, que provocará un gran impulso, mientras que la satisfacción provocará una falta de impulso.
Sin embargo, Hull no quedó satisfecho con su teoría, pues tenía un carácter más cualitativo que cuantitativo. Sería corregido por el conductismo cognitivo de Tolman, que introdujo los mapas cognitivos y se enfrentó con Hull en varias ocasiones.
Skinner
Si Pavlov y Watson partían en su investigación de las respuestas innatas y trataban de estudiar cómo se pueden condicionar, Skinner centrará su atención en las respuestas voluntarias (y no innatas) que realiza el sujeto de experimentación. Siguiendo el camino abierto por Thorndike y su ley del efecto, Skinner entiende que el conductismo debe identificar qué factores ambientales influyen en la conducta. La recompensa y el castigo pasan a ocupar un lugar esencial en los esquemas conductistas. Skinner guiará sus estudios hacia el condicionamiento instrumental u operante, tratando de reforzar o eliminar las respuestas deseadas. Skinner describe los siguientes modelos de condicionamiento instrumental:
- Refuerzo positivo: en este caso, la respuesta operante del sujeto recibe una recompensa que refuerza la probabilidad de que aquélla se repita en el futuro. Dependerá de variables como la cantidad de recompensa, el tiempo que haya entre el refuerzo y la nueva conducta, y la motivación del individuo. El caso más común es el del premio, aunque también aparecen otros desarrollos más complejos como los programas de reforzamiento (sean de razón fija o variable, o de intervalo fijo o variable)
- Refuerzo negativo: la conducta del individuo logra que desaparezca un estímulo aversivo o desagradable. Puede ocurrir que este estímulo esté presente de un modo continuado (condicionamiento de escape) o bien que la conducta evite que aparezca en el futuro (evitación).
- Entrenamiento por omisión: la respuesta evita que aparezca un refuerzo positivo, con lo que, a largo plazo, debería disminuir la probabilidad de que se presente esta respuesta, llegando incluso a desaparecer.
- Castigo: la respuesta provoca la aparición de un estímulo negativo. En principio, desde los esquemas conductistas, también en este caso se debería lograr la extinción de la conducta que provoca el castigo.
Teorías cognitivistas
Al abordar el aprendizaje los cognitivistas aspiran a tener en cuenta todo el proceso que culmina en la adquisición nuevos conocimientos o conductas, prestando especial atención a la interacción del individuo con su entorno. Los procesos internos dejan de ser un objeto de estudio vedado a la psicología y se convierten en el tema central de la misma: así la memoria, la atención, o la percepción serán algunos de los temas más estudiados, tratando de romper con el determinismo que acompaña al conductismo. Para los cognitivistas es el individuo el que toma las decisiones y actúa, y no el ambiente el que determina nuestras actitudes. El sujeto da un sentido y un significado a lo que aprende, de modo que el organismo y el medio interactúan permanentemente: el aprendizaje es, según los cognitivistas, algo más complejo de lo que los conductistas pensaban. La relación entre lo que conocemos y lo que estamos aprendiendo es la clave del aprendizaje, y no una situación de estímulo predeterminada. Aprender es construir, relacionar unos conocimientos con otros, levantar un edificio de conocimiento.
Piaget
Como buen biólogo, Piaget entiende la inteligencia como una extensión de determinadas características biológicas esenciales: el aprendizaje es, así, inherente a la vida. El ser humano recibe una capacidad positiva y constructiva, una disposición a aprender. Heredamos un “modus operandi”, una forma de relacionarnos con nuestro ambiente. Por eso el aprendizaje está directamente relacionado con el desarrollo.
Desde este punto de vista, Piaget defenderá que el aprendizaje depende de dos conceptos centrales: la organización de lo que ya conocemos, y la capacidad de adaptarse a nuevas situaciones de aprendizaje. Si la adaptación es el principio rector de la vida, no hay motivo parar pensar que no deba serlo también de la inteligencia y el aprendizaje. Para adaptarse la inteligencia utiliza esquemas: estructuras cognoscitivas que se refieren a una clase semejante de secuencias de acción, que son forzosamente totalidades integradas y cuyos elementos de comportamiento están íntimamente interrelacionados. El desarrollo de nuestras capacidades intelectuales y cognitivas busca a través de la superación, alcanzar un equilibrio con el conocimiento que se ha de asimilar o la nueva situación que se debe resolver. El desarrollo delimita las posibilidades de aprendizaje, y éste a su vez se verá impulsado por los conflictos y desequilibrios a que el sujeto se enfrenta en la vida cotidiana. La teoría de Piaget abre así espacio a una nueva concepción del aprendizaje: mucho más importante que asimilar un nuevo contenido concreto es el aprendizaje de la adaptación, de las tácticas e instrumentos de que dispone el sujeto para incorporar nueva información y nuevos esquemas a los que ya se tienen. Se trata, en definitiva, de aprender a aprender, y no de aprender una conducta concreta o un conocimiento específico.
Bruner
Su teoría sintetiza tesis de Piaget con algunas ideas de la teoría de la Gestalt. Para Bruner,el aprendizaje consta de tres fases esenciales:
- Asimilación de nuevos contenidos. Puede ocurrir que esta información se oponga a lo ya conocido, o que necesite sustituirlo. El conocimiento va refinándose de un modo progresivo.
- Integración de estos contenidos en las estructuras cognitivas del sujeto, de modo que permitan asimilar nuevos contenidos. Se reordena la información recibida para que posibilite nuevos aprendizajes. Se trata de procesar la información para ser capaz de después de ir más allá de la misma.
- Evaluación que valore si los contenidos previos han sido utilizados de un modo adecuado para la adquisición de nuevos contenidos.
En consecuencia, Bruner propone una enseñanza concebida como una totalidad coherente:
- Con un currículum en espiral, de modo que los conocimientos de cada nivel sitúen a los alumnos en disposición de adquirir los del siguiente.
- Con una organización de los contenidos en proposiciones básicas interrelacionadas que puedan generar otras proposiciones.
- Con un trabajo que gira en torno al alumno, auténtico protagonista del aprendizaje. Es el alumno el que debe descubrir los contenidos, y con una motivación suficiente deberá ser el artífice de su propio aprendizaje.
Ausubel
Ausubel interpreta el aprendizaje como una construcción de significados que se produce en tanto que el sujeto es capaz de realizar acciones sustantivas entre lo que ya sabe, y lo que está aprendiendo. Para que el aprendizaje sea bueno, debe vincular el nuevo material con los conocimientos previos. Si queremos lograr este aprendizaje significativo, es necesario:
- Que lo que se va a aprender sea potencialmente significativo, es decir, que guarde una estructura y una lógica interna, y que se pueda poner en relación con las estructuras cognitivas previas.
- Que el sujeto del aprendizaje mantenga una actitud favorable hacia el mismo. Sin una motivación suficiente y una implicación del alumno, el aprendizaje será repetitivo y mecánico.
Así, en esta teoría se recogen estos conceptos esenciales:
- Conocimientos previos: son los elementos básicos en la estructura del aprendizaje.
- Organizadores previos: su objetivo es rellenar el espacio vacío entre los conocimientos previos y los nuevos contenidos.
- Conceptos clave: son los que destacan sobre todos los demás. Este concepto dará lugar a la técnica de los mapas conceptuales, en la que también colaborará Novak, cuya idea principal consiste precisamente en establecer relaciones entre los conceptos fundamentales.
- Diferenciación progresiva: consiste en trabajar de lo más general a lo más particular.
- Recapitulación integradora: se trata de establecer vínculos entre todos los conceptos trabajados.
Vygotsky
Es considerado como uno de los autores que mayor influencia ejerce en la Psicología de la Educación. Vygotsky destaca la importancia del lenguaje, que es para él la actividad cognitiva más importante. El lenguaje cumple una doble función: comunicativa y reguladora del resto de procesos cognitivos superiores. El desarrollo cognitivo del ser humano pasaría así de un regulación externa, social, intersubjetiva, a una regulación interna, individual, personal, y todo ello a través del lenguaje, que pasa de ser una construcción social a convertirse en algo personal (en contra de la tesis de Piaget, que defendía del tránsito de una regulación individual a una regulación social). Al principio, el sujeto aprende el lenguaje de los demás, de la sociedad en que vive, pero posteriormente, al internalizarlo, es capaz de organizar su pensamiento, y utilizar esa herramienta social como un modo de expresión personal. La relación entre aprendizaje y desarrollo vendrá marcada por el concepto de zona de desarrollo próximo. En todo sujeto aparecen dos niveles de desarrollo:
- Un desarrollo actual, que indica las tareas que un sujeto ya es capaz de realizar de un modo independiente, sin ayuda externa.
- Un nivel de desarrollo potencial, que se referirá a aquellas tareas nuevas que el individuo es capaz de realizar con la ayuda de otros. A este nivel se le llama también nivel de responsabilidad adicional.
A la distancia que hay entre estos dos niveles se le llama zona de desarrollo próximo o zona de desarrollo potencial. Es en esta zona donde puede moverse la enseñanza, cuyo fin último sería generar nuevas potencialidades de desarrollo, es decir, posibilitar que el sujeto pueda adquirir nuevos contenidos. La educación estimula el desarrollo por medio de sucesivas zonas de desarrollo próximo. Para Vygotsky, el buen aprendizaje es sólo aquel que precede al desarrollo. Para que cualquier enseñanza sea efectiva, debe cumplir dos condiciones:
- Trabajar en el límite superior del desarrollo: las tareas propuestas, deben exigir el trabajo intelectual del alumno.
- Permitir la transferencia de responsabilidad, de modo que el alumno vaya siendo capaz de un modo progresivo, de marcar nuevas metas y tareas.