
Para organizarnos y facilitar la discusión, trataré de resumir en una frase a los autores o corrientes citados:
- Platón: la democracia es el peor sistema de gobierno. Es pura manipulación y demagogia. Pero puestos a votar, elige al más sabio.
- Aristóteles: la democracia corre el peligro de la fragmentación, de manera que cada uno mire por su propio interés y se pierda de vista el bien común. Por ello, vota a quien favorezca a la clase media.
- San Agustín: este mundo es pasajero, la democracia una ilusión. Si es que existe, vota al partido que vaya a realizar la ciudad de Dios en la tierra.
- Sto Tomás: vota al partido que respete la ley natural y que al desarrollar la ley positiva no entre en conflicto con la ley divina.
- Maquiavelo: da igual a quien votes, nadie gobierna para ti. Todos gobiernan para mantenerse en el poder. Que tú te favorezcas es sólo un subproducto.
- El utilitarista egoísta: vota a quien más te favorezca, al partido que mejor represente tus intereses personales.
- El utilitarista altruista: vota al partido que vaya a promover la utilidad general, el beneficio de todos, y no sólo el tuyo personal. Piensa en lo que favorece a todos
- Hegel: vota al partido que vaya a ampliar la libertad y la razón, al que vaya a colaborar con la tarea histórica de ser verdaderamente libres y racionales.
- El marxista radical: no votes, no sirve para nada. La democracia es una forma de encubrir intereses de clase. Mientras ellos hablan en el parlamento tú te pudres en la fábrica. Pasa a la acción y trabaja por la revolución, olvídate del voto.
- El marxista moderado: vota al partido que defienda los intereses de los más pobres, de la clase trabajadora y de quienes carecen de derechos sociales.
- Nietzsche: la política es una actividad más en la que se manifiesta la voluntad de poder. Votar esperando justicia o la realización de programas es seguirles el juego. La democracia es una mentira. Trata de proyectar su voluntad sobre ella o mantente al margen.
- El existencialista convencido: votar es una más de las actividades absurdas de la vida. Carece de sentido, todo apesta.
- El primer Wittgenstein: las promesas son expresiones vacías, sin correlatos reales, por lo que carecen de significado. ¿Votar" Como mucho en blanco: de lo que no se puede hablar hay que callar.
- El segundo Wittgenstein: votar es una actividad más que forma parte de un juego del lenguaje regulado socialmente. Para no dar la nota, y no salirse de las reglas constitutivas del mismo, vota lo mismo que vaya a votar el contexto social al que perteneces.
- Horkheimer: vota al partido que represente "lo negativo" de la historia y la sociedad, al que esté inseguro de sí, al que viva más alejado del totalitarismo.
- Foucault: votar puede ser un producto más de la manipulación de la estructura a que pertenecemos. Pero también una forma de rebelarse contra el poder. Vota en blanco, vota nulo, anula el poder.
- Popper: da igual a quien votes. Es muy probable que no sea digno del puesto que ocupa y que lo haga muymal. Lo bueno es que dentro de cuatro años tienes la oportunidad de echarlos del poder. Esa es la grandeza de la democracia.
Bueno, pues esta es sólo una pequeña muestra de los consejos filosóficos para el voto. ¿Qué os parecen" ¿Sabéis ya a quién hay que votar" ¿Echáis de menos algún filósofo o corriente"
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Personalmente me resulta imposible indentificarme con una de las posiciones que expones, que a su vez supongo que serán parciales ya que reducir tanto el pensamiento tiende ha parcialziarlo.
Pero puestos a ello supongo que me identifico mucho con la posición de Foucault, que es de hecho lo que pensaba hacer, y con la de Maquiavelo. Otras posiciones con las que puedo estar parcialmente de acuerdo de lo que expones: primer Wittgenstein, Nietzsche, marxista radical (con muchos peros, pero en cierto sentido si estoy de acuerdo), Hegel, utilitarista altruista, Aristóteles y Platón.
El problema de éstas cuatro últimas posiciones es que presuponen que hay un partido al que votar, que potencialmente vaya ha hacer lo que dice hacer, por eso me veo arrastrado más hacia la posición de Foucoult y Maquiavelo, sino supongo que me tendría que identificar más con la posición de Aristóteles y el utilitarismo altruista.
Yo diría que hay que votar al partido que vaya a producir ciudadanos más racionales (como Hegel). Puesto que es el sistema el que hace al hombre, pero también el hombre el que hace al sistema, hay que votar ha aquel que quiera cambiar el sistema para poder producir mejores hombres. En ese sentido, desde un punto de vista aristotélico el Estado debe ser una herramienta para permitir el desarrollo de las personas y la consecución de la felicidad. El problema, como digo, es que dudo que exista tal partido político.
Verdaderamente divertido el comunicado de la Conferencia Boulésica(o Boulesical). Salvo con el pobre Maquiavelo (que no merece la seriedad de la sentencia) la broma acierta en su extensión rigurosa. Por cierto (en serio): Mi conclusión es que los filósofos no son buenos consejeros para la política concreta - ya en su ejecución, ya en la mera votación - y que, si se "meten a políticos", ni afinan ni merecen discipulado. SI CONCEBIMOS LA POLÍTICA PRAGMÁTICAMENTE - y eso creo que es el caso en la ocasión del voto y en la acción ejecutiva diaria - los filósofos (y religiosos, y artistas y poetas) que pretenden resolver nuestros problemas con elementos sublimes patinan. Lo sublime siempre patina y no se conocen filósofos que repudien lo sublime con verdadera vocación (Incluso Rorty dejaba espacio en su filosofía para las Orquídeas). Como decía el pobre Maquiavelo "no se gobierna con padrenuestros". (CODA: Creo que Nicolás recomendaría votar a aquel que es capaz de conversar y dialogar con quien sea y cuando sea con el objetivo de mantener fuerte al Estado y la Ley, único instrumento de protección del débil).
Ahora bien, por seguir la anotación de Miguel "in media res" yo apostaría por "la fórmula para votar filosófico more Kierkegaard":sabiendo que el juego da para lo que da (y no da, desde luego,para las hegelianas visiones ni para encarnadas ciudades divinas) elijamos (prima facie) a aquellos que, estéticamente, nos provocan "temor y temblor" (por su fuerza y por su belleza). Después, en el estadio ético, elijamos como maridos y padres de familia, pensando en la herencia recibida y en la que hemos de entregar, heredad trufada de deberes conyugales y filiales. Y, por último, demos el salto hacia el sí o el no sabiendo que, con toda probabilidad, el consuelo que nos queda es popperiano: lo mejor de todo es que el producto puede ser devuelto.
Salud y librepensamiento, oh votantes. Y nunca aceptéis los consejos de los filósofos.
Jaja, buen mensaje. Se me ha olvidado añadir a mi esto último que has puesto: "Y, por último, demos el salto hacia el sí o el no sabiendo que, con toda probabilidad, el consuelo que nos queda es popperiano: lo mejor de todo es que el producto puede ser devuelto." Siempre nos quedará ese consuelo y es lo que suelo pensar cuando me levanto de buen humor (más de lo que podría parecer).
Ahora desde un punto de vista más psicológico, ¿creeis que la mayoría de los que no tienen el carnet del partido cosido al pecho vota con mirás al reforzamiento o al castigo?
Por último, si crees que no haya ningún partido que realmente sea más beneficioso que otro, que es lo que yo creo, y que más o menos cada vez da más igual quién gobierne, ¿da igual votar o no? Es el problema que yo veo del bipartidismo de facto. O aún peor, cuando los partidos pueden pactar con otros partidos cuyos intereses no son los del primero.
Saludos.
Gracias por conseguir sacar una sonrisa de un tema así.
Por cierto... ¿qué hay de Kant?
PIENSO: Creo que yo debo-quiero votar, pero es legítimo no votar (y no votar no significa desentenderse de la política). Creo que el bipartidismo me fuerza a votar - porque debo y quiero - a una de las dos opciones para otorgar mi mísero y prescindible "apoyo" a uno de los dos posibles jefes del ejecutivo( y legislativo). Pero es adecuado(sensato, racional...) votar a los que no van a obtener poder en diputado( de hecho ya he disfrutado de la experiencia). Creo que el partido a y el partido b no forman una alternativa aut-aut, muerte o gloria, cielo -infierno (aunque lo disimulen, sobre todo en periodo electoral ... es decir, los últimos cuatro años). Creo, en fin, que el partido a tiene propuestas que no son las del b. Hay diferencias relevantes aunque quizás sus planteamientos estructurales sean comunes (sea, ninguno es revolucionario). En definitiva, vota uno entre el bostezo y la responsabilidad del padre de familia que no quiere que suba demasiado el euribor y las gominolas.
¿Qué consejo, por cierto, nos ofrece Justine, la protagonista de "El infortunio de la virtud" del marqués de Sade en este ecuménico encuentro de la secta filosófica? "Vota, ilusiónate y espera al día siguiente. La primera vez puede que no te guste, pero, después, hummm,...Desde luego, después de recorrer esos bosques, al urna no es el orificio más extraño en el que te puede obligar el amo a introducir tu libertad y virtud. Además encontrará a muchas doncellas en la misma tesitura".
En fin, ¡viva la democracia epistemológica! ¡Viva Rorty y las orquideas!
¡Hola a todos!
Bueno, lo primero de todo agradeceros la complicidad en la sonrisa, nunca sabe uno cómo se van a tomar estas cosas... En cuanto a lo que Luis comenta, no tengo tan claro que las teorías filosóficas puedan ofrecer orientaciones o criterios (otra cosa es que sea algo más profundo que lo que aparece aquí, que como señala Nacho no es más que una caricatura...). De las teorías políticas se desprenden también actitudes hacia la política, aunque otra cosa muy distinta es qué pasaría si gobernaran los filósofos (me temo que no nos iría mucho mejor...).
En cuanto a Kant, es una pregunta complicada... Sin ser experto en Kant, me da la sensación de que incluye ciertos rasgos de pragmatismo mezclado (extrañamente) con un poco de idealismo, al menos en tanto que enmarca la actividad política dentro de la ética. Si reconducimos el asunto de la ética a la política, habría que votar a aquel partido o dirigente que vaya a cumplir con su deber.
Y ya que estoy, me vais a permitir que me alargue: parece un criterio estúpido, pero creo que no lo es tanto. ¿Cumple con su deber el político que mira más por su interés personal que por el bien común? ¿Hay algún partido que sea "éticamente superior" que otro? ¿Cumple con su deber el político que toma decisiones en contra de la gran mayoría de la sociedad? Pues sin identificar mayoría con deber parece que tampoco... Un asunto espinoso este de Kant (quizás por eso no se me ocurrió incluirle en la lista, jejejejeje).
Max Stirner diría: vótate a tí mismo.
Supongo que este sería el único voto que realmente no nos supondría un problema. Lo bueno de la democracia es que al menos los candidatos pueden votar lo que de verdad desean votar. El resto votaremos falsamente. Y si no votamos o lo hacemos en blanco, también eso lo haremos falsamente. Al menos, según parece, nos acabarán por bajar los impuestos unos u otros.
"Cumple con su deber el político que mira más por su interés personal que por el bien común? ¿Hay algún partido que sea “éticamente superior” que otro? ¿Cumple con su deber el político que toma decisiones en contra de la gran mayoría de la sociedad?"
Personalmente, y desde un punto puramente pragmático, sin idealismos, creo que el político que cumple su deber es aquel que tomé el poder del estado en unas condiciones y lo dejé en mejor situación cuando deje su cargo. En muchas ocasiones esto supone ir en contra de la gran mayoría, y por eso mismo, un buen político es aquel que toma riesgos, aunque las medidas sean antipopulares.
Uno de los problemas que veo de esta actitud, y que quizá repercuta en la mediocridad del cuerpo político de hecho, es la duración de los mandatos. Me explico: para que las medidas antipopulares pero favorables tengan una efectividad real, deben ser continuas en el tiempo, ya que la mayoría de esas medidas suelen dar efecto a largo plazo. Dada la dinámica de la política, las medidas antipopulares son castigadas posteriormente en las elecciones siguientes por "la masa" que muchas veces ni sabe lo que quiere ni lo que es mejor para ella, y contigüamente eliminadas por el partido vencedor que hace las veces de "salvador del pueblo" y se apunta la medalla, nunca acabamos de ver un reflejo real de aquellas medidas que podrían ser realmente beneficiosas. Por poner un ejemplo las políticas educativas no suelen ver que efecto tienen pasada al menos una generación por no decir dos. Ahora bien, el problema es que si se incrementa el tiempo de mandato corremos el riesgo de perder algunos de los puntos fuertes de la "democracia" (como al que alude Popper), y además corremos el riesgo de "apoltronamiento" en el poder de los políticos (para un ejemplo gráfico sólo hay que ver lo que les pasó a nuestros vecinos franceses con Chirac, que ahí estaba mientras el país iba a peor) ya que en última instancia dependemos de su responsabilidad como ciudadanos.
Vamos, que es un tema sin duda complejo, pero creo que en gran medida, y creo que en esto más de uno estará de acuerdo conmigo, los políticos son parte de la ciudadanía, y por tanto un reflejo de la misma. Así que esa frase de "tenemos lo que nos merecemos", parece ser un buen reflejo de la realidad, al fin y al cabo.
Respecto a si lo hace mejor un político que mira por su interés, no se si la pregunta va con truco, pero personalmente creo que lo peligroso de eso es la deriva en una especie de oligarquía (que en parte es lo que tenemos). Y respecto a la superioridad ética de un partido sobre otro, habría que definir muchas cosas para reponder la pregunta adecuadamente, ya no sólo a que nos referimos por ética, sino aplicada a que y en qué términos, que muchas veces podrían llegar a ser contradictorios entre sí; así que sirviéndome de la tradición democrática, me reservo el derecho a no contestar esa pregunta.
Yo nunca votaria a un partido que permite, e incluso promueve, que personas como Rosa Diez, se alejen de el.
Lo tengo claro entre Bono, Zapatero, Blanco, etc.. y Rosa o Savater, me quedo con estos ultimos.