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¿Desde dónde y cómo se critica la tradición?

Repensemos nuestra forma de vida
Las sociedades humanas viven en una constante relación con las tradiciones de las que proceden. Todos, de una forma u otra, somos conscientes de ello: cada año está dividido en tiempos y fechas asociados a rituales, prácticas, consumos... Estudiar de dónde provienen las tradiciones, cuál era su significado originario, y qué modificaciones han ido sufriendo, puede resultar algo fascinante, entre otras cosas, porque podemos llegar a descubrir auténticos secretos: tradiciones cuyo significado actual es opuesto al original, manipulaciones históricas que han perdurado y son celebradas sin ser conscientes de ellas... Nuestras vidas bailan, en el fondo, al ritmo de tradiciones, ideas y formas de vida heredadas del pasado: fiestas populares, vacaciones, organización social. Y el problema es precisamente este: ¿Cómo evolucionan las tradiciones" ¿Quién o qué las critica" ¿Qué determina su evolución" El tema es, en realidad, más importante de lo que pudiera parecer en principio... La religión y la política son dos formas muy poderosas capaces de construir nuevas tradiciones o de manipular las existentes. Muchas fiestas religiosas, son, en el fondo, fiestas originariamente paganas, a las que posteriormente se le ha dado un significado religioso para aprovechar el "tirón" que aquellas tenían originariamente. Y también ocurre lo contrario: fiestas originariamente religiosas han perdido (o están perdiendo ahora mismo) ese significado para convertirse en algo muy distinto. Y qué decir de la política. Los nacionalismos de diversa índole basan parte de su fuerza en una revisión de las tradiciones, y en un fortalecimiento de aquellas que resultan más afines a sus intereses. La sociedad reinventa su pasado, de la misma forma que lo hace cada uno de los seres humanos individuales. Lo que me inquieta de todo esto, es que no seamos plenamente conscientes de estos procesos. Dejamos en manos de la economía, la política o la religión la actualización y revisión de nuestro propio pasado, de nuestra identidad, de lo que somos y lo que hacemos, y eso no es, obviamente, un proceso neutral, ni mucho menos objetivo. Las consecuencias son importantes para la sociedad, y para la propia cultura. Convertir una fecha concreta o una vieja costumbre en una ocasión más para vender colonias o pasteles, para expandir doctrina e ideología o para ganas adeptos de una forma más o menos silenciosa es algo que debería despertar nuestro sentido crítico. La tradición no vale por el mero hecho de serlo, y la actitud crítica ante la misma es un valor esencial en todo ser humano: lo viejo no es bueno por ser viejo. Repensar la tradición tiene que ser, entonces, una de las tareas de disciplinas tan humanas como pueden ser la filosofía o la historia. ¿Qué os parece a vosotros" ¿Es posible una crítica razonada (y razonable) de la tradición, o, por el contrario, esta es un magma difuso e incotrolable, en el que sólo instituciones o fuerzas supraindividuales pueden ejercer una influencia determinante" Entradas relacionadas:

La crítica de la tradición es muy frecuente, de hecho, la mayoría de las personas que la siguen dicen no creer en ella. Otra cosa es liberarse de la obligación de cumplir con la tradición. Ahí la presión social es muy fuerte, sobre todo porque está aliada con lo comercial. Negarse a celebrar o asistir a bautizos, bodas y comuniones casi supone ser estigmatizado por la familia y los amigos. Las fiestas navideñas afortunadamente van perdiendo fuerza: uno se puede librar de ellas lléndose de viaje, ya no se le echa en cara su ausencia como en otros tiempos. El resto, incluida la semana santa, las celebran sólo los muy creyentes. En mi caso (vivo en Madrid) no hay una celebración con un tono político destacable, como sí hay en ciertas autonomías, así que no he vivido de cerca la presión para celebrar el día de la patria, por ejemplo. Por eso, la presión que creo más importante para celebrar estas tradiciones, la que me parece más difícil de eludir, es la comercial. (Hay una tradición que aborrezco y a la que me resulta imposible sustraerme: la de los regalos. Me horroriza tener que comprar a alguien algo que no quiere ni necesita, solo por quedar bien. Y que lo hagan conmigo, aún más. ¿Cómo explicas a la familia que, aunque te guste leer no estás dispuesto a tragarte todas las mierdas que se ponen de moda?)

Criticar la tradición es fácil. Casi la propia palabra huele un poco a naftalina. En tiempos en que la libertad y el derecho a ser uno mismo por diferencia con los demás son valores fundamentales, la tradición parece un lastre inútil. Es verdad que todos nos hemos sentido cargados por el peso de la tradición: el empalague de las luces de navidad, el dramatismo de quita y pon de las procesiones, las bocinas y los cohetes por los resultados deportivos... También son absurdos los domingos, las horas punta de salida de los trabajos, el mes de agosto, las playas concurridas, las terrazas de moda... Y es un rollo no poder ir en pijama a trabajar, no poder pasear en bikini cuando hace calor y tener que vestir de etiqueta en ocasiones especiales. Nos perdemos mucho por no consumir productos habituales en otras culturas y es muy limitador que haya que utilizar siempre las mismas palabras para aludir a los mismos objetos o realidades cuando no somos nosotros los que hemos decidido que sean esas las que mejor se ajustan al referente. Pero ¿qué sería de nosotros si no contáramos con ninguna de esas orientaciones en nuestra vida? ¿Contra qué reaccionaríamos para reafirmar nuestra personalidad? La tradición nos ofrece la ventaja de una senda a través de la maleza: desherbada, por el camino aparentemente más fácil (es el que más personas han elegido) y un tanto machacado. No tiene el interés de la ruta virgen. Pero hay ocasiones para todo: para la aventra y para lo cotidiano. Lo cotidiano suele resolverse más sencillamente a través de las soluciones que aporta la tradición. Pero si ésta se convierte en un camino excluyente, es cuando se vuelve peligrosa. Si las cosas se siguieran haciendo ahora como se hicieron siempre, estaríamos en las cavernas diciendo ugh, ugh. Alguien se decidió por un camino nuevo. De los muchos que lo intentaron, algunos (la mayoría) fracasaron, y otros (la minoría, pero los fundamentales) encontraron alternativas ventajosas. Es el mismo plan que encontramos en la naturaleza: la reproducción repite modelo (tradición), que para eso está la genética, pero de vez en cuando hace experimentos (mutaciones) que permiten la evolución hacia nuevas y mejores formas (siempre que no destruyan al individuo). La tradición no es ni buena ni mala. Está ahí para ser utilizada en lo que convenga, y modificada cuando hacerlo suponga una ventaja.

la tradicion es algo q es arraigado desde nuestroas ancentros o desde mucho años a tras nisiquiera en europa en el siglo XVII se sabia el significado de dicha palabras no fue sino el pasar de los años q se le dio origen a esta palabra "tradicion". sin embargo la tradicion es algo inmaterial y no material se sustenta a traves de creencias tanto religiosas como economicas y politicas. El termino tradición es en si una creación de la modernidad no es impermeable al cambio ya que es susceptible a cualquier innovación que suceda en el mundo pudiendo ser alterado y transformado. Las tradiciones se inventan, se adaptan, ya que su esencia no es la duración sino la repetición ritual que le da sentido a la practica, la tradición gobierna al presente desde el pasado mediante creencias y sentimientos colectivos compartidos , la tradición es una fuente invalorable de identidad y sentido a la continuidad de una colectividad. muchas personas personas no prestan atencion a la tradicion sino le prestan mas atencion a la modernidad desplazando asi a la tradicion, esta tambien se ha visto afectada por el efecto globalizacion y a medida q vayamos incrementando nuestro conociemientos en la ciencia, tecnologia etc.. se va a ir suplantando a la tradicion por la modernidad. a pesar de ello las tradiciones no desaparecen al contrario estas siguen desarrollandose en todas partes pero en formas diferentes y no tan marcadas como eran anteriormente, las tradiciones influyen mucho en nuestra identidad en caso q esta llegara a cambiar. El mundo no se va a librar o no se debería librar de las tradiciones porque las tradiciones es lo que hace que un país tenga continuidad dándole así forma a la vida. Aunque innecesariamente tengamos que regirnos por las tradiciones ya que los tiempos cambian y esto hace que influya en nuestras vidas ya que nos comportamos de una manera o de otra, además de que la economía ha innovado en todos sus aspectos (aparecen nuevos productos, la industria avanza...)

que el mundo no se deberia liberar de las tradiciones? que equivocacion ,hay tradiciones que chocan con la etica y moral, con la convivencia y la formacion de valores..fue tradicion el esclavismo,tradicion la sumision de la mujer, tradicion el dominio religioso,tradicion el enfrentamiento estilo oeste donde se matan dos clientes,tradicion el ahorcamiento de la gente en plaza publicay mucho mas ,por suerte han desaparecido y una verguenza para los pueblos que practicaron estos actos,....sera que sostenemos entonces la esclavitud? o hagamos excepciones,se elimina la esclavitud excepto para negros ? la inteligencia humana evoluciona y actualmente existen muchas tradiciones que nos averguenzan como humanos.......