Hoy quisiera poner en discusión un tema con el que, de una forma u otra, todos nos terminamos cruzando alguna vez en la vida. Sea de una manera directa o indirecta, consciente o inconscientemente, todos estamos cerca de diversos procesos de selección de personas. Da igual que sean concursos televisivos, ingenuas encuestas o que simplemente tengamos que elegir quién va a ser nuestro médico de cabecera. Participamos de este tipo de situaciones desde los dos lados: en ocasiones somos aspirantes a ser elegidos y en otras los responsables de tomar la decisión. Y en muchos casos nos encontramos indecisos ante la decisión entre las cualidades "técnicas" y la calidad humana, sin que tengamos muy claro cuál de las dos debe prevalecer en cada caso. Probablemente, ni siquiera adoptaríamos el mismo criterio en todas las situaciones, sino que iríamos adaptándonos en cada uno de los casos, según lo que estemos buscando. Veamos algunos ejemplos para aclarar el asunto y también para terminar de complicarlo más.
Supongamos que, por azares del destino formamos parte de un tribunal de oposición para ser profesor: ¿Escogeríamos a aquellos opositores que demuestren un mayor dominio de la materia o tendríamos en cuenta el desempeño de ciertas cualidades personales que consideremos imprescindibles para la enseñanza" Si nos preguntan por nuestro escritor/filósofo/artista favorito, ¿valoraríamos sólo los aspectos más "técnicos" de su obra, o también nuestra consideración hacia su manera de ser y de vivir" En las últimas semanas, los futboleros andan divididos por el trascendental enfrentamiento entre Messi y Ronaldo: ¿Cuál de los dos es el mejor futbolista del momento" En cualquier telediario hemos podido escuchar a aficionados partidarios del jugador argentino porque además de sus habilidades técnicas con el balón atesora otra serie de "virtudes" como la humildad o la sencillez que distan mucho de la soberbia que suele asociarse al delantero portugués. ¿Estamos valorando quién es mejor persona o quién es mejor futbolista" La cuestión es si ambas preguntas son completamente separables.
La cuestión se convierte en trivial si la acercamos al posible ganador de un concurso de canto o de baile. Sin embargo, toma una seriedad mucho mayor si se plantea ante cuestiones serias: ¿Nos gustaría tener un médico como House, capaz de tratar nuestra enfermedad aunque su trato personal sea inhumano" o fijémonos en un tema tan candente y actual como espinoso: el juez Garzón. ¿Implican las causas abiertas en un contra un cuestionamiento de su labor "técnica" como juez instructor o hay en cierta forma valoraciones sobre su calidad humana que se cuelan en la cuestión" A mi entender, debería ser sólo su labor como juez la que entre en tela de juicio, y a los tribunales les correspondería juzgarlo de un modo neutral e imparcial. Sin embargo, si nos fijamos en los medios de comunicación o los comentarios de la red, da la sensación de que las afinidades y enemistades surgen por doquier. Quien sabe, quizá nuestro conocimiento sea incapaz de separar ambos aspectos, y estemos sometidos siempre a cierta limitación cognitiva: mezclamos nuestros afectos, nuestras valoraciones personales y nuestras impresiones y prejuicios sobre los demás con sus capacidades y cualidades. ¿Acaso es posible separarlas"
P.D: en las últimas horas ha surgido un ejemplo más, sobre el que no para de hablarse en la red: ¿Puede un buen periodista hacer esto" Si es que algo falla en este caso, ¿es lo "técnico" o lo "humano""
- Comentarios bloqueados