Usted es conocido como uno de los mayores defensores de los derechos animales. Carlos (a través de la comunidad en Orkut.com) plantea una primera pregunta: ¿Qué tipo de derechos son esos que, en su opinión, deben otorgárseles a los animales" Por otro lado, ¿Deben esos derechos extenderse a todos los animales o sólo a los llamados "animales superiores"
Todas las especies animales son distintas y no tendría sentido reclamar los mismos derechos para todas ellas. No tiene sentido pedir la libertad de prensa para las gallinas, que no escriben, ni el derecho a estirar las alas para los humanes, que carecen de alas. Lo razonable sería conferir derechos específicos a los diversos animales, en función de la especie a la que pertenecen. Sin embargo, hay un derecho que yo sería partidario de conferir a todos los animales de todas las especies: el derecho a no ser torturado, es decir, a no ser sometido a un dolor atroz de un modo intencional e innecesario.
A través de esta misma comunidad (donde la entrevista ha sido acogida con mucho interés), ¿en dónde se fundamentan esos derechos" ¿En una serie de comportamientos o pautas que los animales son capaces de realizar" ¿En su capacidad de sentir dolor" ¿En las formas de pensamiento que aparecen en los mismos" ¿En una presunta "dignidad" que los hombres les atribuimos"
El fundamento de los derechos concretos que sea razonable atribuir a los animales de una cierta especie estriba en la naturaleza de esa especie, codificada en su genoma. Cada animal tiene una naturaleza y hay que dejarle vivir conforme a su naturaleza. Yo no entiendo lo que significa la palabra "dignidad".
A menudo las relaciones hombre-animal suelen presentarse de un modo polarizado, y puede haber situaciones en las que haya que decidir entre la supervivencia del hombre o la del animal. ¿Cómo decidir en estos casos" ¿Pueden los derechos animales entrar en contradicción con las necesidades fundamentales del ser humano"
Yo prefiero a mis hijos antes que a los hijos del vecino, pero eso no es una razón para torturar ni maltratar a los hijos del vecino. Todos los animales merecen respeto, pero eso no implica que los tratemos igual que a nosotros. No veo contradicción alguna entre los derechos de los animales (en general) y los derechos de los animales humanos en particular. Si decimos que ningún animal puede ser torturado, eso implica que ningún ser humano puede ser torturado.
Timshel plantea ahora el problema desde otro punto de vista. Si, efectivamente, se conceden derechos a los animales, ¿qué tipo de fundamentación política cabe dar a los mismos" ¿Qué ocurriría, por ejemplo, en una sociedad democrática en la que la sociedad votara en contra de que los animales tengan derechos"
Todos los derechos legales son convencionales en el sentido de que su reconocimiento y promulgación depende de la voluntad del legislador, por ejemplo, del Parlamento. De hecho, el legislador a veces legisla bien y otras veces horrorosamente mal. La democracia alemana eligió a Hitler como canciller y el Parlamento alemán aprobó la discriminación y el exterminio de los judíos. La toma democrática de decisiones no garantiza su corrección moral.
Siguiendo por esta línea de los derechos animales, Chema (a través de boulé) quisiera saber cuál es el mayor peligro que amenaza al reino animal.
El mayor peligro que amenaza a la biosfera entera y al reino animal en particular es la humanidad, que constituye el cáncer de la biosfera. Forma parte de la biosfera, pero crece desordenadamente y la destruye. La única esperanza es que se trata de un cáncer que tiene la potencialidad de la autoconciencia y de la autocuración, aunque si tarda mucho en despertarse, ya será demasiado tarde.
Entramos ahora en un tema polémico, que probablemente habrá tenido que contestar en otras ocasiones: a menudo la "cultura" (o quizás habría que decir la tradición) va en contra de la naturaleza, como en el caso de las corridas de toros. Chema quisiera saber qué opina usted al respecto.
La cultura es la información que se transmite entre animales de la misma especie por aprendizaje social. La naturaleza es la información que se transmite genéticamente. Por naturaleza tenemos ciertas necesidades, intereses y potencialidades. La cultura que desarrollemos puede tanto favorecer como perjudicar a esos intereses naturales. Basta con pensar en el interés más natural que tenemos, que es nuestra propia salud. Hay costumbres culturales (como el fumar) que perjudican a nuestra salud, mientras que otras prácticas culturales (como el hacer gimnasia) la benefician. La palabra "cultura" no abarca solo cosas buenas o beneficiosas. También el fumar, el drogarse, el racismo, el nacionalismo, la dictadura totalitaria, las corridas de toros, las peleas de gallos, la guerra y otros muchos horrores son culturales.
Timshel recupera el enfoque político del tema. Si la clase política (y él pone el ejemplo de ERC) decide prohibir los toros (como se ha propuesto en Cataluña), ¿se puede entender eso como una forma de represión cultural"
No. Todas las comunidades políticas civilizadas prohíben los casos extremos de crueldad y violencia, como la tortura de animales, la violación, la mutilación del clítoris (tradicional en África), el asesinato, etc. Si en España se prohíbe ahora el maltrato de las mujeres, por muy tradicional que sea, eso no constituye represión alguna. Y lo mismo ocurre con la deseable abolición de la tauromaquia. La tradición no justifica ninguna salvajada. Y todas las salvajadas son tradicionales allí donde se practican.
Siguiendo con este tema, Manuko plantea otra cuestión: ¿Resulta contradictorio estar en contra de las corridas de toros (o a favor de los derechos de los animales) y consumir carne para alimentarnos"
No. Una cosa es oponerse a la tortura y otra a la muerte sin dolor. Todos los vegetarianos se oponen a las corridas de toros, pero no hace falta ser vegetariano para oponerse a ellas; basta con estar en contra de la tortura.
Mañana continuaremos con la segunda parte de esta interesante charla.
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