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¿Era Freud racionalista?

En el setenta aniversario de la muerte de Freud
Alguien me recordaba ayer que se cumplían 70 años de la muerte de Freud. La suerte del psicoanálisis en estas décadas ha sido muy dispar: su éxito incuestionable en los primeros años ha dejado lugar a una crítica que quizás se haya excedido, situando a esta disciplina en un descrédito más que notable. Así de injusto es el paso del tiempo, entre otras cosas porque tan desmesurado fue el entusiasmo psiconalítico inicial como su posterior rechazo. Curiosamente vivimos en los tiempos de su decandencia, pero de manera subrepticia está presente en muchas áreas: psicología (desde luego), filosofía, sociología, pensamiento crítico... No son pocas las obras literarias y artísticas que han recibido una influencia directa del psicoanálisis y algunos rasgos de lo que denominaríamos "nuestro tiempo" vienen marcados por él. En cualquier caso, hoy quisiera plantear una cuestión distinta a la de la recepción histórica del psicoanálisis. Estando tan cerca del setenta aniversario de Freud, me parece más oportuno e interesante sugerir una crítica al psicoanálisis para su discusión sucesiva. Algo que se resume en el título de la anotación: ¿Era Freud racionalista"

A poco que estemos versados en psicoanálisis la respuesta inmediata es no. La teoría psicoanalítica es, principalmente, una crítica a la razón, entendida como una instancia represora. La fuerza originaria del ser humano son los instintos y los impulsos. Ellos son los que nos sitúan en una relación de parentesco con el resto de animales y la naturaleza. La "llamada de la selva" (permítase esta frívola conceptualización) se concreta en la agresividad y el deseo sexual, entendida como pulsiones originarias que la razón y la cultura reprimen. La animalidad humana, sin embargo, es apagada por lo que llamamos "cultura", "moral", "civilización", localizándose en este hecho el origen de muchas enfermedades mentales. Parece evidente que el diagnóstico psicoanalítico puede ser calificado de muchas maneras excepto de racionalista. Es más: tal calificativo podría resultar ofensivo si tenemos en cuenta el marco conceptual general en el que se mueve la teoría freudiana.

No obstante, nada impide profundizar un poco más y ver cuál es la propueta terapéutica del psicoanálisis. Y es que cabría esperar que la crítica de la cultura se extendiera al campo de la acción. Nada más lejos de la realidad: si bien Freud critica la moral victoriana de la represión, su terapia aspira en último lugar a la socialización del paciente, a su integración en una vida social normal. No sólo eso: la propia terapia consiste, hasta cierto punto, en una forma de racionalización, en tanto que el fin último es que los deseos y frustraciones inconscientes salgan a la luz: en la medida en que les "pongamos cara" a estos conflictos, seremos capaces de verbalizarlos, racionalizarlos, en definitiva, asumirlos. No sé si cabría acusar al psicoanálisis de incoherente, pero al menos habría que decir que su propuesta es desconsoladora: lejos de liberar al ser humano de la razón que lo oprime, su meta última es una conciliación un tanto difusa entre esos instintos prohibidos y la instancia dominadora. ¿No es esta una forma de racionalismo escondido" ¿Acaso no hubiera sido más consecuente abogar por la descomposición de la sociedad o de toda instancia represora" ¿Qué visión del ser humano nos queda después de esta bifurcación psicoanalítica" ¿Somos un manojo de instintos reprimidos, o seres racionales capaces de llevar una vida aceptable conciliando impulsos, deseos y normas" Preguntas abiertas para el aniversario de la muerte de su fundador.

Tú mismo estableces la bicefalia psicoanalítica. Desde luego, "racionalista no es; "racionalizador" creo que sin lugar a dudas. Que desde su descripción de la estructura y la dinámica de la "mente" (?) se derive como más coherente la apuesta por el irracionalismo o la destrucción del orden socia no lo veo. Sería como suponer que al reconocer en la naturaleza un principio de "dominio del más fuerte" ( si fuera el caso) debiéramos postularlo como mandato ético. Quizás, especulo con mis cuatro ideas sobre el tema, Freud peca de optimista en la consideración del poder de la razón - racionalización, "sacar a la luz" - para comprender la compleja madeja del espíritu humano (y por eso a veces es aburridamente reduccionista) y no tiene en cuenta el poder "estabilizante" de las ficciones o autoficciones (individuales o colectivas). No sé. Parece un buen aniversario para recordar

¡Saludos! De acuerdo, lo de "racionalista" es un tanto provocativo para los amigos del psicoanálisis. A mi entender, uno de los problemas de esta tensión interna que afecta a la teoría freudiana es la polarización conceptual. ¿Por qué hay que pensar que la razón es únicamente una instancia represora? ¿Por qué entender los impulsos o los instintos exclusivamente como fuerzas caóticas, destructivas o antisociales? Digo yo que habrá de todo, como en botica. Eso sí: supongamos que aceptamos la versión polarizada. Siendo así, no veo inconveniente en asignar el adjetivo racionalista al bueno de Freud (casi como un castigo) porque finalmente, después de cargar las tintas sobre nuestra capacidad de pensamiento, viene a decir que la razón y la sociedad nos salvan de nosotros mismos. Aniversario para recordar y para discutir. Personalmente me sorprende el eco que en ciertos círculos (afortunadamente sólo los intelectuales) logran los psicoanalíticos, los patafísicos y demás. Supongo que, después de todo, sus razones tendrán. ¡Salud!