
Salvando las distancias, este tipo de planteamiento no es del todo novedoso: uno de los temás filosóficos más polémicos allá por el siglo XVI giró en torno a la condición de los salvajes y a sus posibilidades de salvación: ¿eran humanos los indios del nuevo mundo" ¿debían ser tratados como seres humanos o como bestias" ¿tenían alguna posibilidad de ir al cielo". Pregunta que denota la bestialidad de quienes así se interrogaban, pero lo vamos a dejar para otro momento. Está claro que, entre otras muchas cosas, ET nos sitúa en la tesitura de vernos obligados a tomar posición ante lo desconocido, ante lo distinto (curioso que alienígena sea etimológicamente "de distinto origen") y en cierto modo nos obligar a dar cuenta de nuestras actitudes morales. Fijémonos, por un momento, en el grupo de adolescentes y niños protagonistas: si defienden a ET es porque, después de los sustos iniciales por su morfolofía y reacciones, empatizan con él: una buena lección de emotivismo moral y de cómo la compasión (el sentir con, no el dar pena) es en ocasiones una buena razón moral para actuar.
Muy distinta es la reacción de los adultos (por otro lado, una contraposición un tanto facilona, la que se utiliza en la película entre adultos y adolescentes): el miedo inicial les lleva a la desconfianza. Salvo en el caso de los que son convencidos por los "amigos" de ET (la amistad fundamenta también una ética), toda precaución parece poca cuando de enferentarse a un ser extraterrestre se trata. No se esconde tampoco la crítica a la ciencia: tratando de estudiar su objeto, lo domina y lo anula, lo instrumentaliza y lo convierte en un objeto de explotación. La ciencia, se nos viene a decir, mata lo que estudia. Aquí es sin embargo la razón la que parece convertirse en la cautelosa consejera que nos orienta hacia la precaución, el miedo, la distancia y el control. Y si volvemos a la sugerencia inicial podríamos retomar la discusión sobre el ser humano: ¿Qué somos" La película nos da varias opciones: animales capaces de "empatizar" y comportarnos moralmente en función de nuestros sentimientos, animales cuya racionalidad provoca comportamientos irracionales, animales desconfiados por naturaleza, animales atenazados por el miedo a lo extraño y desconocido...
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