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Filosofí­a y literatura

¿Existe alguna relación entre ambas?
Entre los muchos temas filosóficos que me resultan atractivos, el de hoy me lo parece especialmente, quizás porque me gusta leer filosofí­a y literatura, aunque he de reconocer que a la segunda apenas puedo dedicarle tiempo. El caso es que leyendo novelas no puedo evitar acordarme de ideas filosóficas que se podrí­an explicar a la perfección desde algunas de sus páginas. Y también me ocurre al revés: basta leer textos o fragmentos filosóficos, para que al momento se nos venga a la cabeza tal o cual personaje de aquella novela que tanto nos gustó, y que, en cierto modo, podrí­a sentirse identificado con las ideas del filósofo de turno. Por otro lado no podemos olvidar que grandes obras filosóficas (pensemos en algunos diálogos de Platón o en ciertas obras de Nietzsche) son también obras cumbre de la literatura universal. Y si a todo esto le añadimos que ciertos escritores (pensemos, por ejemplo, en Borges, en Unamuno o en Camus) incluyen en sus novelas o cuentos filosofí­a de la buena, pues parece que la relación entre ambas es más que evidente. El problema es ¿en qué se parecen y en qué se diferencian" Dar una respuesta definitiva y cerrada es prácticamente imposible. Hace un tiempo logré publicar un artí­culo sobre el tema, y una de las conclusiones que extraje­, y que quisiera hoy discutir con vosotros, es que literatura y filosofí­a nacen de una misma experiencia común, que no es otra que la vida humana. Incluso la literatura de ciencia ficción incluye resonancias y significados que pueden ayudarnos a entender nuestra realidad. Creo que ambas comparten un mismo fondo común, y eso es lo que hace que tenga sentido, por ejemplo, estudiar la vida de un autor antes de conocer sus ideas o de leer sus novelas. Algo que quizás no tenga tanto sentido en ciencia (puede que esté equivocado en esto, pero eso serí­a tema para otra anotación en el futuro...), ya que la vida de Einstein o de Newton no nos ayudaría a entender mejor la relatividad o la fí­sica clásica, ni fue determinante (al menos en el sentido en que esta expresión se puede asociar a la filosofí­a y la literatura) para su formulación. Sin embargo, filosofí­a y literatura elaboran de un modo bien distinto ese fondo común que es la experiencia y la vida humana. La literatura aspira a expresarlo de un modo bello, serí­a, valga la expresióin, el arte de las palabras. Aún arriesgándome a generalizar demasiado (y por tanto a mentir o decir una perogrullada), el estilo y la forma cobran una importancia muy superior a otros parámetros. Lograr belleza en el decir y en el escribir, pero sin que parezca forzado o artificial. Ese es, en mi opinión, uno de los objetivos de la literatura. En este camino, además, precisamente gracias al adorno propio del arte, la literatura estalla en una pluralidad de significados y sentidos. Algo que también puede ocurrir en filosofí­a, pero de otro modo. Pues la filosofí­a busca más la claridad, la precisión en el uso de conceptos y argumentos que la belleza. Austeridad lingüí­stica, respecto a la literatura, y rigor en la construcción conceptual y argumental. La diferencia radica, en fin, en la expresión. Una misma vida y dos formas de expresarla: la literaria y la filosófica. ¿Qué os parece"

Estoy completamente de acuerdo. De hecho, creo que es posible comenzar a interesarse por una y acabar en la otra. A mí me ha pasado al contrario que a tí, comencé por la literatura y terminé interesándome por la filosofía (al menos cuando encontré autores que me resultaron asequibles). Está claro que ambas tienen un punto en el que se entrecruzan, pero yo quizá no haría tanto hincapié en la belleza de la expresión literaria (hay textos claramente filosóficos que son de una gran belleza), si no más bien en que quizá la literatura nos hace más asequibles las reflexiones filosóficas mediante los personajes. Al leer nos cuesta menos trabajo ponernos en la piel de un personaje, y hacer nuestras, por tanto, sus reflexiones, que asimilar las más rigurosas ideas del ámbito de la filosofía. Pero insisto en que una puede ser preparación para la otra, o ambas complementarias. Entre autores diversos que introducen la filosofía en sus textos de ficción, se me ocurren Ernesto Sabato y Milán Kundera

Se me ocurre una sugerencia que hacerte, Miguel. Hablando de lecturas,creo que sería muy interesante si alguna vez reseñaras algún libro de tema filosófico, quizá un poco actual y que nos resultara un tanto asequible a los profanos. O hacer un post titulado precisamente así, lecturas para profanos, en el que citaras una pequeña bibliografía para los que no estamos demasiado al día en este mundo pero nos interesa. Es sólo una sugerencia.

Me parece muy interesante tu reflexión, permíteme que al hilo de ella enganche la mía. Creo que básicamente hay dos tipos de libros, los que tienen relación con la experiencia vital del autor, y los que no la tienen. Entre el primer tipo estaría una novela autobiográfica y un ensayo sobre un tema que apasiona al autor. Entre el segundo tipo, una novela artificial o un ensayo con ánimo de crear polémica, ambos con un claro tinte comercial y no de autor. A este respecto los libros comerciales o los que se escriben desde una trinchera me parecen como de segunda fila, no me interesan. Dentro de los libros escritos desde la pasión, la sinceridad, la autenticidad, esos que hablan con acierto de los temas importantes de la vida, están las novelas y los ensayos. Los ensayos tienen una bien ganada fama de "tostón", "gracias" a tantos ensayistas que intentan demostrar toda su cultura a través del lenguaje, creando a veces una gran barrera con el público medio, cuando el tema en cuestión muchas veces no es la gran cosa. Pero me gustan más los ensayos, me parecen más "puros" porque no recurren al artificio de los personajes y las historias. El autor dice "esta es mi verdad", sin más rodeos. Las novelas quizá sí puedan ser más "bellas". Aunque a mí no hay nada que me resulte más bello que la verdad pura y dura de un buen ensayo. ¿Cuestión de gustos o de costumbres sociales?

Qué bueno haberos encontrado. Vale la pena internet solamente para que las personas indaguemos en el corazón de los demás.Respecto a los inicios , empecé a leer filosofía a razón de mi carrera de sociología , literatura ya leía de antes.La filosofía es primordial para cualquier especialidad y en sociología es perentorio tener familiaridad con la escuelas filosóficas. Quiero aportar algo a la charla: Junto a la filosofía creo más cercana la poesía, recuerdo el libro de María Zambrano , la fabulosa malagueña alumna de Ortega. La filosofía se explica poéticamente (Platón). La poesía por su síntesis es metodológicamente acertada para contar estados de ánimo, pensamientos y por tanto filosofía. Explica el Mundo. Yo que soy un mal poeta, tiendo a contar mi visión del Mundo mediante el verso libre o la prosa poética. Un abrazo

Pienso que Literatura y Filosofía están estrechamente relacionadas. Como bien apuntas, se trata de una diferencia de expresión, y en muchos casos el contenido de la expresión de un pensamiento se puede "traducir" o ampliar poética (si prodede de la Filosofía) o filosóficamente (si procede de la Literatura). Vicente Cervera Salinas, catedrático de la universidad de Murcia, indaga en una transversalidad o simbiosis al respecto, y afirma que Un razonamiento filosófico (como apuesta por interpretar la realidad) es poético. Como ya apuntó María Zambrano, se da la presencia común en lo poético y lo filosófico del asombro. El poeta canta y el filósofo define, pero se parte de un mismo presupuesto. Sólo tenemos que fijarnos en Juan de Mairena de Machado para darnos cuenta de esto. Se parte del asombro de la vida como aprendizaje. Del mismo modo, Borges realiza una indagación filosófica como una manera poética de estar en el mundo. Porque lo poético es mucho más amplio que lo filosófico, lo poético es una manera de vivir, de asomarse al mundo, una gran mirada, un espacio panóptico en el que todo se ve con claridad. El tema ha provocado ríos de tinta. De este autor, por ejemplo, es el libro "La poesía y la idea. Fragmentos de una vieja querella". Hace algún tiempo investigué sobre el tema y enconté los textos de un seminario público de la fundación Juan March, reunidos en Literatura y filosofía en la crisis de los géneros . Sus autores, Jose Carlos Mainer, Francisco Jarauta, Patricio Peñalver, entre otros, dan fe de la importancia del tema en nuestros días. Por último, citar a un escritor, Miguel Espinosa, no muy conocido entre el gran público, pero de gran calidad en la expresión literaria de pensamiento. En la web, que hice hace algún tiempo, hay numerosos fragmentos y artículos donde podemos hacernos una idea de esta simbiosis.

Es evidente y más no puede añadir a lo dicho por ahora. Solo me gustaría señalar un asunto relacionado que por su importancia merece un comentario. Harold Bloon, el famoso escritor americano sobre el canon occidental, ha señalado que el profesor de filosofía ha renunciado a ser el agente de la instrucción y la cultura; puesto que ha tomado el profesor de literatura. Rorty aprovechando esta idea ha señalado que quizás la filosofía deba convertirse en un género especial de literatura si quiere seguir siendo relevante para la cultura. Para ello debe renuciar a la epistemología y a la idea de construir una ontología. En un artículo que escribí: Rorty y el fin de la filosofíahablo de este asunto.

hola les quiero decir que esta pagina es muy monse de beria tener ddibujitos y de veria habla en forma completa

a mi me parece sumamente interesante, el formato y mas el contenido. gracias por la bibliografia.

Creo que hay más cosas que separan a Filosofía y Literatura que las que las unen. La primera es fea en sus formas y tiene como sujeto la mente, mientras que la segunda, más bella, se dirige al espíritu.