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Jon Elster-Platón (Rosenborg-Panathinaikos)

Dos puntos de vista sobre la relación individuo-sociedad.
Rosenborg-PanathinaikosMás de uno pensó que al lanzar la iniciativa de esta "champions" filosófica, apenas habría variedad, y que sería un soliloquio de griegos, alemanes, franceses, británicos y algún que otro español. El fútbol (y muchas otras competiciones) también son así, y no por ello se piensa que sean monótonos. Para romper precisamente esta monotonía, hoy jugará un filósofo noruego: Jon Elster. Su competidor será uno de los grandes de la filosofía, Platón, pero puede que también en el campo del pensamiento, pueda David vencer a Goliat. Para hacer posible el partido, cometeremos cierto anacronismo (Platón no era un filósofo social), pero las ideas de fondo sí que serán válidas. En realidad, enfrentar a Elster con Platón es enfrentar al individualismo con el holismo. Elster (comencemos por él, ya que juega en casa) ha estudiado en profundidad la racionalidad humana, y se le conoce también como el padre del individualismo metodológico. Según esta teoría, la sociedad no es más que la suma de los individuos, y todo lo que sucede a nivel social puede explicarse por las acciones emprendidas por los individuos. El individuo es, a juicio de Elster, el gran protagonista de la sociedad, su conductor principal: son los sucesos individuales los que nos explican qué es lo que ocurre en la sociedad, y no al revés. La sociedad sólo es comprensible en la medida en que la expresamos como el resultado de la suma de acciones y decisiones individuales. Incluso grandes fenómenos sociales y de masas (como la manipulación, o la formación de opiniones, la publicidad...) encuentran su origen precisamente en la acción de un individuo que decide llevar a cabo este tipo de procesos. Frente a este individualismo, podríamos poner el caso de muchos sociólogos que adoptan un punto de vista holista. Pero por respetar el calendario UEFA, tampoco es tan errado tomar a Platón como referencia. Para él, es la sociedad la que está por encima del individuo, y la que, en último término, da sentido a la vida de cada ser humano. No ya por la conocida división en clases sociales, sino por la superioridad de la ciudad y lo que representa (el bien común) sobre la insignificancia de un individuo (interés personal), que, por mucho que quiera apenas puede influir en la evolución de la sociedad con sus acciones o decisiones. La vida individual debe subordinarse siempre a la de la ciudad, característica propia del pensamiento holista que también compartirá, por ejemplo, Aristóteles. Para ambos, vive el individuo para la sociedad, y no la sociedad para el individuo. ¿Cómo lo véis vosotros" ¿Somos el producto de la sociedad en que vivimos" ¿O acaso vivimos en la sociedad que formamos" ¿Por qué no intentar conjugar ambas teorías" Espero vuestras opiniones.

Esta claro que el individuo se tiene que ver fuertemente condicionado con la sociedad en la que vive. Pero eso no quiere decir que esa sociedad no sea la suma de los individuos y que como tal las acciones de cada uno puedan condicionar el resultado final.

El individuo es sin duda. un ser maravilloso, y un grupo de ellos, es un grupo maravillosos, pero por simples matematicas y si quieren democracia, dos vale más que uno, y millones más que dos, por lo que considero absurdo el pensamiento de Elster contra el viejo y sabio platón.

SALUDOS DESDE COLOMBIA...EN PRIMERA INSTANCIA CONSIDERO QUE UNA SOCIEDAD SE CREA A PARTIR DEL SER HUMANO Y POSTERIORMENTE DICHA SOCIEDAD CONSTRUIDA EMPIEZA A MOLDEARLO SIENDO YA VICTIMA DE SU PROPIO INVENTO...Y PUES QUIEN GANA...YO JAJAJA SALUDOS...

Deberíamos comenzar a considerar al individuo como motor de esa entidad secundaria ( derivada ) que es la sociedad. El primero, en tanto que poseedor de conciencia ( capacidad de intuir la diferencia entre el bien y el mal ) impulsa la constante mejora del grupo al que pertenece, cumpliendo así el más alto fin moral : el de la perfectibilidad, o mejora constante respecto a referencias que trascienden la realidad mundana. La sociedad es una entidad receptora de las mejoras constantes de sus componentes, pero en sí no es más que una creación que recive el eco siempre débil y distorsinado de los individuos que la componen. Otra cosa es, también interesante y verdadera, la noción de unidad que da la física cuántica a individuo y sociedad. Platón, aunque treméndamente intuitivo, no llegño a formularlo así. En todo caso, tan sólo el individuo débil y sin criterio podrá ser dirigido, incluso influido, por la sociedad. Mientras que el individuo que brilla por sí mismo abre caminos en el grupo y al grupo. en mi opinión, dar prevalencia a la sociedad sobre el individuo representaría demoler la constante mejora social que sólo impulsa el primero, además de abrir arriesgadas puertas a nuevos totalitarismos. mi voto es a favor de Elster, con cariño a un quizá mal entendido Platón.