
Desde hace un par de semanas, tenemos en la portada de nuestra página una nueva web de temporada: se trata de Cínicos, un trabajo serio sobre corrientes filosóficas que no suelen ser tan estudiadas: el cinismo, el epicureísmo o el escepticismo. Se trata de autores y corrientes sobre los que no hablamos demasiado, y que muchos consideran "menores" respecto a los que ("oficialmente") son los grandes de la historia de la filosofía. Visitando esta página, y leyendo todos los materiales que ofrece, se toma una conciencia bien clara de que la filosofía es una realidad amplia y plural: en la página podemos conocer corrientes y autores cuyas ideas siguen siendo, en muchos casos, aplicables y que pueden ayudarnos también a comprendernos a nosotros mismos, y a comprender nuestro presente, que bien puede ser una de las tareas de la filosofía. Como bien dicen también en esta misma página, la filosofía es resolución de enigmas. ¿Y acaso hay un enigma mayor, para cada uno de nosotros, que nosotros mismos"
Y otra de las virtudes es el intento de rescatar del olvido lo que para algunos no es filosofía: me refiero a la filosofía oriental. En concreto, en la página se nos ofrecen las claves esenciales del pensamiento indio y chino. Y aquí es donde encontramos cauces para el diálogo, formas de superar ese choque cultural que en el fondo nunca puede ser tal, pues por debajo de cada cultura hay un mismo componente: un ser humano que problematiza la realidad y que se problematiza a sí mismo. Un ser humano que se hace preguntas y trata de encontrar las respuestas. Que las culturas son distintas y que hay puntos de vista también diversos sobre el mundo, parece, a día de hoy, una obviedad. Pero que también es posible encontrar puntos de contacto entre estas culturas es algo que páginas como la de cínicos nos pueden ayudar a descubrir. Interpretar una oposición entre Oriente y Occidente como el enfrentamiento entre la razón (Occidente) y la voluntad o el sentimiento (Oriente) es caer en tópicos que ignoran a muchos autores de nuestra filosofía y también a grandes pensadores orientales. A veces, cuando utilizamos este tipo de conceptos universalizadores, no hay mayor mentira que las designaciones generalizadoras, que el concepto universal.
Schopenhauer es uno de los grandes filósofos alemanes del siglo XIX. Sus conocimientos de la filosofía oriental eran enormes, y su filosofía, con el concepto de voluntad como uno de los más importantes, es un buen ejemplo del posible diálogo entre oriente y occidente. Algunas de las ideas de los escépticos, los cínicos o los epicúreos también podrían canalizar este encuentro filosófico. Por elllo, no es casualidad que hayan reunido en la misma página autores y corrientes que, sólo aparentemente, podrían parecer dispares, pero que, sin embargo, mantienen más puntos en común de lo que al principio cabía esperar. Por ello, sin ser una página difícil de leer, sino, por el contrario, de contenidos accesibles y fácilmente comprensibles, queremos invitaros desde aquí a que os déis un paseo por Cínicos, porque a buen seguro encontraréis ideas que os parecerán originales, sugerentes e interesantes. Merece la pena atreverse a la risa y a invalidar la moneda en curso...
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