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Pressing catch

Hulk Hogan, el último guerrero y la huelga general

El último guerrero y Hulk Hogan: ¿gobierno y sindicatos"Hay recuerdos que marcan a toda una generación, para bien y para mal. Canciones, programas televisivos, glorias deportivas... imágenes que se guardan en la retina para siempre. Mi adolescencia y la de otros tantos millones fue invadida no hace tiempo por un nuevo "deporte" que venía de los EEUU: el "pressing catch". La cosa era sencilla: varios cachas salían a un cuadrilatero y se zumbaban unos cuantos tortazos, codazos y patadas, hasta derribar al enemigo. Si el árbitro salía libre de recibir algún sopapo velaba por la limpieza de los golpes y determinaba el ganador. El asunto era espectacular y provocaba encendidas conversaciones en el patio del colegio: que si vaya estacazo le ha metido el último guerrero al enterrador, que si el golpe secreto de este luchador es mejor que el de aquel... y de fondo una sospecha frustrante: había quienes decían que los golpes eran de mentira, que no se hacían daño. Se trataba de un puro teatro, como la vida misma.

Como es de imaginar, la consecuencia es sencilla: no fuimos pocos los que nos decepcionamos al comprobar que, efectivamente, los golpes no eran de verdad. Quizás formaba parte de la transición a la vida adulta, como el tema del ratoncito Pérez o los reyes Magos. La cuestión es que estos combates de pressing catch me vienen a la cabeza en estos últimos días cuando pienso en el peliagudo tema de la huelga general. Gobierno y sindicatos, cada uno en su equina. Haciendo gestos amenazantes, señalando a su oponente con el dedo. Y el combate que empieza. Políticas de gasto social y ayudas al desempleo, primer golpe del gobierno. Los sindicatos no sólo encajan, sino que parecen disfrutar de lo que está cayendo. Inesperadamente aparece un problema: el paro que sube. Los sindicatos no golpean, y en vez de rivales parecen eternos amigos del gobierno que les subvenciona. El público se siente defraudado: si han pagado su entrada es para ver cómo se zurran. Y si no hay pelea, nos vamos. Pero el combate evoluciona: el gobierno suelta una patada voladora bajando sueldos, recortando gasto, subiendo impuestos y congelando pensiones. Los sindicatos acusan entonces el golpe y se revuelven con su golpe maestro: huelga general.

La metáfora no pretende ser sólo cómica, si es que la situación actual puede enfocarse de esta manera: justo antes de la convocatoria la conjunción entre gobierno y sindicatos parecía sólida. Y desde que está convocada da la sensación de que "juegan" al pressing catch: cruzan amenazas y golpes, pero sin intención de hacerse daño. Servicios mínimos pactados para que el asunto no duela mucho. Una huelga que no será un éxito, pero tampoco un fracaso absoluto: ¿cómo se presentaría entonces el gobierno ante la sociedad como una víctima de la "dura" huelga que le han convocado" Lo más lamentable de todo es que detrás del teatrillo están los ciudadanos que sufren gobiernos que les engañan y sindicatos comprados por el gobierno de turno. Gentes a las que se obliga a hacer huelga en contra de su voluntad, como si el último guerrero golpeara a los espectadores con una silla. El problema del pressing catch era el descubrimiento de su falsedad. El descrédito de la política o la acción sindical late debajo de pantomimas como esta huelga general. ¿Qué le queda al ciudadano" La desesperación de saber que nada ni nadie le representa.

P.D. ¿Qué diría Marx de la actual situación del sindicalismo en España"

P.D.2: fuente original de la imagen.

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¿Y si el público se cansase de que le aporreasen con la silla y dijera: ¡BASTA, TODOS AL RING! ? Por número ganarían seguro. Pues resulta que esta huelga no la convocan ni Hulk Hogan ni el Último Guerrero: la Alianza Española contra la Pobreza (con mil ONGs adheridas), federaciones de vecinos, ecologistas, y sindicatos que no pueden ser acusados de estar en esa (supuesta) ficción (como CNT o CGT que de hecho fue el primero en convocar la huelga) se han levantado del público y han saltado a decir basta ya. No importa quién convoca. Importa si se está de acuerdo o no con las políticas antisociales. Si se va a trabajar hoy se apoyan. Si se va a la huelga se protesta contra ellas. Y da igual si la ha convocado el Enterrador o Batista, porque es el público el que se levanta para que dejen ya de darle con la dichosa silla. http://www.attac.es/razones-para-una-huelga/

a veces uno cree que ha llegado a una conclusión cuando simplemente se ha cansado de pensar... sa'es?