Hablar de Matrix y sus resonancias filosóficas después del muy recomendable libro de Concepción Pérez García (podeis visitar su página web para coger algunas ideas) es, en cierto modo, redundante pero como ha sido la película más votada allá vamos. Que la primera parte de la trilogía tiene una relación directa con el mito de la caverna está fuera de toda duda. O también, con la más moderna propuesta popularizada por H. Putnam en la que se nos habla de cerebros alimentados en una cubeta, viviendo en una realidad ilusoria. Deseo de autenticidad. Esta frase recoge, a mi entender, mucho de lo que ocurre en Matrix, como también mucho de lo que ocurre en nuestras vidas. Todos queremos ser felices, sí, pero no enganchados a una máquina. No dependiendo de sustancias artificiales. No enchufados a Matrix: somos libertad y no hay felicidad inducida. Sólo la vida que nosotros mismos conducimos es humana: por eso quitar la libertad a un hombre es robarle buena parte de su dignidad.
¿Cómo viven entonces los prisioneros de esa caverna" ¿Por qué Neo no se conforma cuando descubre quién es en realidad, cómo ha estado viviendo durante un largo tiempo" ¿Qué elegir entre una felicidad artificial y una vida libre, auténtica pero con el riesgo de que sea desgraciada, miserable, triste o trágica" Esta de una de las grandes elecciones que nos plantean a todos, priosioneros de múltiples cavernas, enganchados a matrices tan invisbles como poderosas. Todos hemos sido Neo alguna vez. La realidad y su juego con el individuo, y de fondo un asunto de poder político: cómo el poder, la dominación, puede crear realidades que ningunean al sujeto, que lo reducen a nada, a un elemento más dentro del sistema, de la gran máquina que se alimenta de su tiempo, su sangre, sus sueños o su vida.
Política, metafísica, ética... un asunto de elección personal. No somos nada, no somos nadie sino lo que queremos ser. Decidir es decidirse, tanto para Neo como para todos nosotros. Algo que tardamos en descubrir, algo que nadie nos suele contar. Heidegger, Sartre y Platón, junto a otras tantas películas de ciencia ficción, respiran debajo de Matrix, aportando un fundamento filosófico a lo que a la mirada ingenua no es más que una película de acción con unos revolucionarios efectos especiales. Esta película es mucho más que una batalla de buenos y malos. No se trata sólo del bien contra mal. Qué son las cosas, qué o quiénes somos nosotros, cómo nos comportamos ante la realidad, o incluso qué papel juegan las creencias en nuestras vidas (una especie de resurrección futurista del debate entre razón y fe), personajes no de películas sino de esta gran matriz global que llamamos mundo. Ver Matrix y no pensar sobre alguna de estas preguntas, es como no haber visto Matrix.
Enlaces relacionados:
- Matrix en filmaffinity
- Filomatrix, web dedicada a Matrix y la filosofía
- Matrix y las ideas de Platón, en Ideasapiens
- Matrix: Página oficial de la película
- Entrada de Wikipedia sobre Matrix
- Mundomatrix: noticias
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