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Cinco decisiones antidemocráticas en la era de la democracia

¿Qué significa vivir en democracia?
Se dice que vivimos en democracia: todos queremos ser demócratas, y cualquier decisión es considerada sospechosa cuando se la denomina "antidemocrática". Ir en contra de cualquiera de sus principios o del pensamiento dominante tiene como premio ineludible el calificativo de "fascista". Como la contracorriente hace que se sienta uno vivo y es actitud que gusta cultivar por estos lares, aparecen a continuación cinco decisiones de nuestra historia reciente que pueden considerarse antidemocráticas por diferentes motivos que aparecen justificados en cada caso. En alguna de ellas, el argumento principal empleado en su momento es una falacia de las que solían estudiarse en 1º de bachillerato, cuando el ministerio permitía explicar lógica:
  1. La guerra de Irak: aventurarse en una guerra cuando una aplastante mayoría de la sociedad está en contra es cuando menos cuestionable. Las consecuencias de las decisiones que carecen de legitimidad fueron comprobadas al poco tiempo.
  2. La ley del aborto: querer convertir la democracia en tecnocracia escudándose en los expertos es falaz. posiblemente se puede engañar a la mayoría, pero cualquiera que haya estudiado las falacias sabe que algo no es verdad por el hecho de que lo diga un "experto". Y mucho menos en el terreno moral: podemos estar a favor o en contra, pero no presentando a "expertos" como autoridades. Este truco quedó desarmado hace más de cuatro siglos.
  3. El plan de Bolonia: lo comentábamos ya hace unos días. La gestión elitista y aristocrática de leyes de profundo calado en la Unión Europea debería ser un proceso mucho más abierto a la participación. Europa no puede ser la razón esgrimida: las medidas serán o no racionales, adecuadas, positivas... independientemente de que provengan de Europa.
  4. Los pactos de gobierno: tras las elecciones, los políticos de todos los colores y partidos toman la parte por el todo. Bajo frases altisonantes como "el pueblo quiere que" o "el pueblo ha hablado", esconden sus propias estrategias, intereses y necesidades.
  5. Emplear la mayoría absoluta en beneficio propio: si un grupo parlamentario cierra una comisión de investigación por mayoría sin que ésta haya llegado hasta el final, parece que el proceso puede denominarse de muchas maneras pero nunca democrático. ¿Debería el propio sistema delimitar las decisiones que puede tomar un partido que cuenta con mayoría absoluta" Los gobiernos de coalición tienen su gracia: hay quien encuentra tremendamente divertido ver cómo los partidos que se detestan terminan necesitándose mutuamente. Toda una imagen de la vida en sociedad.

Cinco decisiones antidemocráticas en la era de la democracia... Se dice que vivimos en democracia: todos queremos ser demócratas, y cualquier decisión es considerada sospechosa cuando se la denomina ?antidemocrática?. Como la contracorriente hace que se sienta uno vivo y es actitud que gusta cultivar por estos lare...