Pasar al contenido principal
Sobre uno de los principios esenciales del sistema educativo
Uno de los principios que viene aplicando nuestro sistema educativo desde hace varias décadas es el de la comprensividad. La palabra puede asustar a los no inciados, pero se refiere a algo sencillo: diseñar un currículum común para todos los alumnos, que además compartirán aula la mayor parte del horario. Este ha sido, sin duda, uno de los caballos de batalla de la agria discusión en torno a la pedagogía y la función del sistema educativo. Hace muy poco, me llegaba al correo a través de un buen compañero un texto de Inger Enkvist, titulado La influencia de la nueva pedagogía en educación: el ejemplo de Suecia (pdf). A partir de una lectura inicial, da la sensación de que la educación estuviera sujeta a sus propias fuerzas dialécticas: el ensayo y el error nos lleva a largos procesos de tesis-antítesis-síntesis. La autora sueca sugiere, entre otras cosas, que nos dirigimos hacia escuelas menos comprensivas. No hay verdades científicas ni universales en educación, pero sí diferentes modelos cuyos principios rectores y consecuencias son divergentes.

Por un lado, los defensores de la diversidad esgrimen los beneficios sociales que de ella se derivan: si los alumnos que requieren mayor atención educativa conviven en el aula con el resto, se logra evitar la creación de grupos diferenciados, disminuyendo por tanto la marginación y la discriminación. Además de los beneficios sociales, aparecen otros educativos y psicológicos: los alumnos conviven desde el principio con aquellos con los que después van a compartir espacios públicos en la vida social: ¿Qué sentido tendría separar a los alumnos y después situarlos en la sociedad sin que exista un conocimiento previo" ¿Podría funcionar una sociedad así" La comprensividad tendría efectos positivos incluso en lo referente a la educación afectiva y emocional: la escuela se convierte, en definitiva, en el marco de la convivencia, un pequeño retrato de la vida social, en la que según qué tipo de diferenciaciones en función de las capacidades cognitivas no resultan operativas. Visto así, la educación sería incluso un factor de progreso social, en tanto en que dinamiza procesos de integración de minorías culturales o étnicas, o personas con problemas de aprendizaje.

En las antípodas, se sitúan los críticos de la comprensividad. Para ellos, la educación debe girar en torno a los conocimientos, y las circunstancias sociales, culturales o educativas de un grupo no justifican que a otros alumnos se les limite su derecho a la educación. El alto precio de la comprensividad es, en cierta manera, una menor exigencia de contenidos, lo cual es considerado como un perjuicio para aquellos alumnos que podrían aprender más, si no compartiera aula y pupitre con los que requieren mayor atención. Y esto sin que necesariamente se interprete de manera elitista: se puede compartir el juego, la actividad extraescolar o cualquier otro momento, pero no la enseñanza. El horario escolar y la vida en general incluyen numerosos espacios y tiempos para la convivencia, la tolerancia y la integración: desde asociaciones juveniles hasta movimientos de voluntariado, en los que es posible abogar por una integración real y efectiva, que, implantada en el aula, puede convertirse en un lastre. ¿Caben estrategias intermedias" ¿Nos acercamos, como sugiere la profesora Enkvist, al fin de la escuela comprensiva" ¿Representa la comprensividad un obstáculo" ¿Impide el aprendizaje de los que no requieren tantas ayudas o representa también un obstáculo, por falta de recursos humanos, a los que necesitan más atención" ¿Qué consecuencias sociales y culturales implica la escuela no comprensiva" Algunas preguntas para un debate de décadas...

Pero, ¿dónde se ha dado esa escuela comprensiva? ¿Vamos a viajar de vuelta de ninguna parte? La integración la he vivido desde diferentes estados emocionales como padre. Desde luego, considerar que los fracasos del sistema se deben a la supuesta escuela comprensiva me hace reir. ¿Dónde (hay) escuela comprensiva?¿Por meter en el aula a diversas personas creamos esa comprensión?. Todo es ridículo si no fuera triste para muchos. Respecto a la archifamosa pedagoga sueca - su intervención en el parlament catalá ha llenado de entusiasmo a muchos - su propuesta me parece cuestionable: ¿agrupar por niveles (y no por edades)? ¿Agrupar por sexo (las chicas estudian; los chicos no)? ¿Lanzarnos a la experimentación segregadora? De acuerdo en la dialéctica y el péndulo (¿es efecto de nuestra tontuna o de alguna ley histórica ese retorno al campo quemado buscando nuevas flores?). Creo que enfrentarnos al sistema educativo desde el par comprensión- segregación no es acertado. Creo que es preciso a) Reducir el número de asignaturas en todos los niveles; b)Definir la escuela desde criterios de disciplina y exigencia ( a cada cual según sus posibilidades.c) Seguir a los chicos en sus fracasos (y éxitos) más allá del suspenso y del comentario : "No estudia", "le cuesta", "es cortito"... Los libros delos niños de la ESO me parecen en ocasiones auténticas locuras: paradójicamente se exige un nivel muy alto y en sectores muy dispares (toda asignatura tiene su libro y su cuaderno) para finalmente no exigir lo que se dice e ir aprobando por inercia. Los niños deben aprender a leer y hacer cuentas, conocer versiones simples de geografía y la historia, quizás aprender a manipular técnicamente . ¡Muerte a las microasignaturas hiperexigentes! ¡Abajo la sintaxis y la obsesión por la lengua que conduce a más gramática (y menos lectura)! Perdón por la extensión. Si se quiere se puede decir que el sistema fracasa por la comprensividad y la integración. Vale. Me aburre el sistema y la sociedad. ¡Salud y mil flores!

Aparte de la cuestión de la "comprensividad" que tanto excita -y a la vez aburre y enerva- a nuestro amigo Lug, creo que lo que es esencial al análisis de Inger Enkvist es hacer notar que la escuela está siendo construida -o deconstruida- desde perspectivas y criterios meramente sociológicos y políticos que se desentiende totalmente de la cuestión de los "contenidos". En realidad los sociólogos y pedagogos "modernos" no tienen ningún interés por las operaciones con quebrados,ni por la gramática -ni por la literatura-, ni por ninguna rama del saber o de la cultura... por ahí no se les puede entrar -ni por Pisa- porque literalmente se la suda. Ellos (los soció-pedagogos) valoran desde criterios propios de sus disciplinas: socialización, estratificación, mercantilización o socialización, progresismo, tradición, la familia, el municipio, el sindicato... etc, etc, etc. Y claro ¿qué les vienes tú a contar sobre los quebrados, la ortografía, la sintaxis, el Lazarillo, Platón, la célula procariota? Sencillamente no les interesa, y si los niños no lo aprenden, pues te dirán que culpa tuya... del profesor y de la escuela que se empeñan en esas memeces. Y no tendrán ningún incomodo en sumarse al grito de Lug,¡ muera la grámatica! y continuar y los quebrados y los números complejos y las mitocondrías y las espiroquetas y Newton y Kant y Platón y ¡prohiban de una puta vez La Celestina! "bajo los que combaten se abre el suelo, y nave y navegantes se hunden en el seno de las aguas" "Y el Persa, cargado de botín, sigue su marcha, ebrio por la blasfemia, para continuar con el saqueo" Hölderlin

Serenus: ¿Dónde está el Persa? ¿Dónde su poder? ¿Dónde Satán? O la obra satánica se oculta detrás de la mediocridad de los discursos de maner sutil - para así devorarnos mejor - o los saqueadores de las escuela son mercaderes que se aprovechan de la huída de aquellos que nos asustamos de un poco de humo y un himno dicho en el lenguaje ininteligible. respecto a la pedagoga sueca me parece refrescante su posición pero no veo camino...

Estoy con luis g; cómo vamos a achacar el fracaso a algo que aún no se ha instalado ni en las aulas ni en la sociedad de forma plena; es como echar humo a un fantasma y aún decir que se ha aniquilado al fantasma; si Buñuel viviera haría una buena comedia surrealista de esa educación que, ni siquiera es surrealista, claro.A muchos se les, o se nos, vendría la nómina al suelo de vergüenza.

Estimado compañero, querría utilizar el enlace para el texto de Inger Enkvist en mi blog. Me ha hecho llegar este documento Serenus Zeitbloom y pensaba escribir sobre ello. Creo que la pedagoga sueca está levantando muchas ampollas entre los partidarios de la comprensividad que son legión porque pocos se atreven a decir que hay una contradicción frontal entre escuela social (a la que le interesan poco los conocimientos y sí las relaciones sociales) y la escuela intelectual. Son dos proyectos diferentes. Tengo una hija de nueve años. Hoy nos hacía un ensayo de exposición sobre una novela que ha leído, y que tiene que hacer el viernes en su colegio. Ha estado hablando durante veinte minutos sin ningún problema utilizando términos adecuados para referirse a una narración, a los personajes, a las influencias literarias, al tiempo de la novela, al tema o idea central, etc. Mi hija no es superdotada, lo puedo asegurar. La hemos ayudado a montar la exposición pero el hecho de que un niño de nueve años pueda estar hablando con fluidez sobre un tema de carácter literario veinte minutos demuestra que con una adecuada preparación los niños se forman intelectualmente. Lleva haciendo exposiciones tres años, desde los siete. Hay que decir que muy pocos alumnos de la ESO a los que yo doy clase serían capaces de hablar con coherencia durante tres minutos sobre ningún tema. La escuela a la que va evidentemente no es comprensiva y hacen un fuerte hincapié en los conocimientos y da la casualidad de que también tiene amigas y se relaciona y hace vida social. Hacer de la vida social el centro de la escuela es el fracaso más absoluto de la misma. A la escuela se va a aprender y es positivo todo lo que crea un ambiente adecuado para el aprendizaje. Los niños tienen que venir educaditos en lo fundamental de casa. ¿Puedo utilizarlo? Recibe un cordial saludo.

En contra del egoísmo no comprensivo y de la avaricia de los contenidos, para quienes después de cumplir los contenidos mínimos exigen un "adelanto" (en mi pueblo un maestro adelantó a un niño de curso porque decía que era más listo q los demás, de tercero lo pasó a quinto, en la antigua EGB; un año después ese alumno fue a un colegio privado no comprensivo, o demasiado comprensivo por otro lado, y le dijeron que dónde estaba el curso 4º; tuvo que repetir quinto después de aprobar de forma olgada; algo parecido a o quele pasaba a ese maestro les pasa a los que creen que los "contenidos" y los conocimientos lo son todo. No digieren bien precisamente esos "contenidos" y piden un adelanto para formar parte de lo que los alemanes llaman Gestell.

Miguel, a estas horas no estoy para hacer demasiados comentarios, además de que otros lo han dicho ya mejor. Pero gracias por el texto de Inger Enkvist. Espero que se propague como merece, y también que éste y otros artículos contribuyan a que nos planteemos de una vez qué estamos haciendo con la educación en España. Un saludo.

¡Saludos! Hay que ver la que se ha montado con la comprensividad... Enlacé el texto para incitar al debate, y vaya si se ha conseguido. Personalmente no lo termino de ver claro: es cierto lo que comenta Luis: la comprensividad no ha llegado a realizarse de una forma plena en el sistema educativo. Los alumnos con más necesidades reciben, en el mejor de los casos ocho o diez horas de atención específica, y se encuentran perdidos en algunas de las asignaturas en las que esto no es posible. Faltan, como siempre, recursos humanos, y la escuela que se dice "comprensiva" no ha llegado a integrar este principio. Por otro lado, no sé hasta qué punto la escuela comprensiva ayuda o perjudica a los alumnos que requieren más atención. No soy especialista, pero alguna vez he oído decir a los que sí entienden que los niños con problemas cognitivos requieren una estimulación permanente que en nuestros días el sistema no les ofrece, de manera que la comprensividad que iba a facilitar su integración social y personal lastra también su desarrollo intelectual. Y esto por no hablar de la atención que se da en los centros a alumnos que por circunstancias sociales, familiares o económicas no pueden seguir el ritmo de sus compañeros. La respuesta es insuficiente. La elección entre conocimientos y socialización me parece un tanto falaz. No creo que sean opuestos, y podrían organizar sistemas en los que se compatibilizaran ambos principios. El problema es que esto requiere inversión: no un portátil por niño, pero sí muchos más profesores y parece que las autoridades políticas no están por la labor. En fin, se trata de un tema interesante y que debería estar en el debate educativo por delante de muchos otros. Por algún motivo no debe interesar hablar de ello. P.D: Joselu, por supuesto que puedes utilizar el texto, siempre que señales su autoría (Inger Enkvist)

Vamos a vaciar de contenidos la escuela? Ella fue creada para suplir lo que los padres no pueden dar en cuanto a CONOCIMIENTOS. REPENSAR en cuanto a ellos , Sí será necesario , pero quitarlos... No sé .Es más la escuela (la educación escolarizada en todos los niveles), debe trabajar por una FORMACION INTEGRAL, ello abarca lo afectivo, educación en valores, responsabilidad social,etc, Otro tema, en Finlandia , al parecer tienen el mismo sistema educativo desde 1970, y obtienen los mejores resultados en Pruebas Internacionale, ej. PISA,en cambio la mayoría de los países van "PASEANDO", por múltiples Paradigmas sin lograr resultados satisfactorios...