Pasar al contenido principal

Materia, forma y arte abstracto

Desde Aristóteles hasta la relación entre metafísica y arte

Peine del viento, de Eduardo ChillidaLlevamos ya varias clases hablando de la filosofía aristotélica, y peleándonos con conceptos como el de sustancia, accidente, materia, forma... El pensador griego insiste en diversos lugares que la sustancia está compuesta por materia y forma: ambas son imprescindibles para que podamos emplear el término sustancia. La consecuencia de esto es doble: por un lado golpea en la línea de flotación del platonismo al negar la existencia de las ideas separadas de las cosas. Por otro lado, parece afirmar también que la materia, de por sí, no es nada. Precisamente porque puede serlo todo: un bloque de bronce es menos "sustancia" que una escultura, porque esta segunda tiene forma. Extraíamos en clase una conclusión complicada: la materia, de por sí, no es sustancia y sólo puede llegar a serlo cuando recibe la forma. Una montaña de virutas no tendría la misma entidad, por ejemplo, que una tabla de conglomerado, creada precisamente a partir de las virutas. Mientras andábamos con estos razonamientos, un alumno inteligente preguntó: ¿Qué tipo de entidad o sustancia es entonces el arte abstracto"

El razonamiento se las trae: el arte abstracto es material, pero no siempre tiene una forma identificable. En cierta manera es materia sin forma. Inmediatamente tiene que entrar el matiz: el arte abstracto tiene forma, desde luego, pero no estamos ante una forma figurativa o representativa. ¿Cómo intepretarlo entonces desde la terminología aristotélica" El peine del viento no tiene ninguna forma reconocible: no se parece a ninguno de los peines que podemos tener en el baño y por su estructura y el material recuerda más a unas tenazas o unas manos robóticas que a un peine. Tenemos muy claro cuál es la materia: el acero. ¿Sabríamos identificar igualmente la forma" La respuesta no es inmediata. ¿Sería entonces una "sustancia" en el término aristotélico, un compuesto de materia y forma" Si la forma "nos entra por los ojos" (que Aristóteles me perdone la falta de rigor), ¿qué forma podemos atribuirle a aquello que vemos por vez primera, que es virgen a nuestra mirada"

La cuestión de cómo encajar el arte abstracto en la metafísica aristotélica, tan llena de idas y venidas, dichos y contradichos, es en realidad secundaria. Lo verdaderamente importante es que la pregunta pone al arte abstracto ante un desafío: ¿Cómo es posible comunicar, significar o representar sin ninguna de las formas que nos resultan más próximas y familiares" El arte sin forma crea una nueva realidad, alumbra nuevos espacios y tiempos que pese a no guardar parecidos con lo que nos resulta más cercano terminan por simbolizar emociones, ideas, situaciones. En cada obra, el arte abstracto crea su propia forma y nos dice algo, siendo capaz de superar las formas cotidianas de realidad. La reflexión se puede prolongar mucho más allá del arte abstracto y la filosofía aristotélica: en realidad es el arte y la metafísica lo que chirría. Cualquier intento de dar una visión filosófica de la realidad podrá ponerse en entredicho desde el punto de vista de la producción artística. Ni esencias, ni apariencias, ni sustancias, ni accidentes, ni formas ni materias: el arte es metafísicamente imposible de apresar con conceptos. Es una realidad que se escapa a la explicación que puede ofrecer la metafísica. ¿O acaso será posible una metafísica del arte, con conceptos propios"

Y digo yo: lo que le falta a la obra de arte "abstracta" no es la forma sino, quizás, la evidencia(prima facie)de "sentido" (o sea, es abstracta por el espectador). En tu ejemplo: La montaña de serrín - que podría ser una "instalación" artística exponible - tiene su forma y su materia en el mismo grado que la mesa "construida" por ese serrín (y la mesa, también podría ser una instalación artística).Y digo "en el mismo grado" porque si el serrín gana en la mesa la forma "mesa" pierde la forma "montón"(semicircular, cónico...). Supongo que sólo hay cambio cualitativo y crecimiento en la "formalización" cuando pasamos de la misteriosa materia prima a la materia de los cuatro elementos y de éstas a las diversas materias básicas pero ya visibles: carne, huesos, serrín.... Realmente, metafísicamente, ¿tiene más "forma" un cuerpo humano que sus miembros separados? Aristóteles pone el ejemplo de la mano y el cuerpo y dice que una mano sólo es mano si está en un cuerpo; de acuerdo, pero esa mano cortada - o cacho de carne simulando cinco dedos - ¿tiene menos forma que la mano en el cuerpo? Bueno, esto me resulta problemático y quizás me equivoque en la interpretación de la teoría aristotélica. Además me estoy saliendo.... Volvamos al arte. Tenemos la obra de arte-mesa y la obra de arte- montón de serrín en, digamos, el Patio Herreriano. ¿ Qué diferencia a ambas instalaciones?¿Por qué, de repente, tendemos a llamar a la obra de arte -serrín "abstracta" y no a la obra de arte-mesa? La clave está en la otra acera de la la materia y la forma, en la cuarta de las causas aristotélicas: el sentido, el telos, el fin. En la obra figurativa mesa-obra de arte el sentido parece evidente para todos: una mesa es una mesa. Ahora bien la "colocación" de la mesa-obra de arte en medio de la sala de exposiciones ya nos descoloca porque parece que el fin está menos claro : una mesa no es una mesa. Como el telos se nos escapa pero "debe de tenerlo"(haberlo, haylo), pues decirmos: es una obra conceptual (o abstracta). Tan abstracta, por cierto, como el montón de serrín en la peana de una exposición. Y si nos pusiéramos estupendos diríamos que todo objeto puesto en eje de la mirada espectadora se hace "abstracto" porque su telos se enturbia y, por eso, necesitamos metafísica, teoría del arte, críticos, curadores(sic) y comisarios de exposición... para que las cosas vulevan a recuperar sus cuatro causas.(De igual modo: en ciertas expresiones artísticas el factor o causa eficiente se torna clave: lo relevante es la acción que hace). En fin, la metafísica aristotélica me sigue pareciendo un encanto (!!). Y , en efecto, la metafísica - que de por sí es una "ciencia" que patina mucho de por sí, cuando llega al mundo del arte tiende a ser como los payasos del circo en patinete: se caen y provoca risas. Pero, ¿no es maravilloso que eso suceda? ¿No nos devuelve la vocación filosófica esas caídas metafísicas que nos decriben en los folletos de las exposiciones o en los catálogos? Lo digo sin coña, amigo, en purita sensibilidad. ¡¡Viva la metafísica y sus caidas!! Un abrazo.

Simplemente hacer unas pequeñas “elucubraciones” en este interesantísimo problema. De entrada decir que hoy en día es “insostenible” el concepto metafísico de sustancia. No existe un sub-jectum (un sujeto) por debajo-de las cosas, al cual, se le ad-hieren propiedades. Si nosotros cogemos a una persona y empezamos a quitarle sus propiedades ( color, su tamaño, etc..), al final, nos quedamos sin la persona. Por debajo de las cosas reales no hay un sujeto. Las cosas reales son unidades estructurales. No son sustancias sino sustantividades (concepto desarrollado por X. Zubiri). Y ahí está la ciencia para dar apoyo al concepto metafísico de sustantividad y no de sustancia. La materia de por sí no es que no sea nada. La materia de por sí lo que es, es ser, pura potencia. La materia de por sí no es sustancia, al igual, que la forma de por sí tampoco es sustancia. Para la filosofía aristotélica la sustancia es la unión (y no la unidad) de materia y forma. Aunque queda claro( al menos, yo así lo entiendo) en el artículo, decir, que no existe el arte abstracto. Mejor dicho, hablar de arte abstracto es una mala conceptuación. En realidad, habría que hablar de arte no figurativo. Y no existe un arte abstracto porque no hay objetos de arte abstractos (existen objetos concretos) y porque dichos objetos, si bien es verdad que abren un ámbito de juego, dicho ámbito, está plasmado de forma concreta (y no abstracta) en dicha obra de arte. Intentaré explicarme mejor. Ningún artista ha plasmado, ni plasmará, el amor. Porque el amor no existe. Lo que existen son personas enamoradas. Sí, se me podrá decir que el amor es un acto desinteresado de entrega. Pero el problema radica en que no existe “la entrega” en abstracto. Cada cual se entrega, a su manera, a su amada o amado. No existe “la entrega” sino diferentes modos de entrega. El arte abstracto no trata de plasmar un mundo abstracto. El artista no trata de plasmar una visión abstracta del mundo, el artista, lo que intenta plasmar, es "su" visión del mundo. Y es por esto por lo que la obra de arte no nos abre a ningún mundo abstracto. En la obras de arte queda plasmado un mundo concreto. Cosa bien diferente es que dicha plasmación se consiga de forma no figurativa. Un Saludo

No soy universitaria, sin embargo la pintura abstracta me atrae poderosamente. me hace sentir "algo" dentro del pecho que no puedo explicar. Aquí se habla de materia en lo abstracto y ríanse de mi ignorancia, pero como yo lo veo y lo pinto es todo sentimiento, como si cada obra fuese una célula etérea del alma que nos da vida. ¿Qué es la vida en sí? ¿La respiración, los latidos, la corriente sanguínea,los pensamientos? No, la vida no la vemos, la vivimos al igual que yo pinto mis pequeñas obras, abstracto de lo abstracto, y cada vez que observo una de mis obras me produce algo dentro de mí, un sentimiento, al igual que cuando observo un abstracto de otra persona, (abstracto de lo abstracto) si tiene una forma reconocible, no me produce casi nada. ¿Qué significa eso? alguien que sepa por favor contésteme aunque sea para decirme que estoy loca (aunque yo se bien que no lo estoy) NALÚ.

ACLARACIÓN:El nombre de mi blog es El baúl de Nalú direccion http:// poemas y otras hierbas, pueden recorrer si desean mi blog de humor con fines de colaborar con la risoterapia" Sonríe con Nalú. En el baúl de Nalú expongo algunos de mis abstractos los cuales me intrigan muchísimo.