Hace días que circula por la red el borrador de la próxima ley educativa (L.O.M.C.E.) que afecta a la enseñanza de la ética y, en consecuencia, de la filosofía. En concreto, sustituye la Educación para la ciudadanía de 2º de E.S.O. por una "nueva" asignatura: Educación cívica y constitucional. En 4º de E.S.O. la actual Educación ético cívica no aparece por ningún lado. Es más, la educación cívica y constitucional se entiende como un asunto a abordar de manera trasversal, tal y como afirma el artículo 11.6 del borrador. La conclusión parece clara: se mantiene la EpC en 2º de E.S.O., pero desaparece la de 4º. Y hay que recordar que la asignatura de 2º es compartida con el departamento de ciencias sociales, por lo que tampoco está asegurado su carácter filosófico. A esto hemos de añadirle una segunda medida: las optativas del bachillerato se verán reducidas y desaparece la psicología, materia que en los centros han venido impartiendo los departamentos de filosofía y de orientación, en función de las necesidades y plantillas de los centros.
Por si esto fuera poco, nada se dice de la carga horaria de la Filosofía de 1º y de la Historia de la Filosofía de 2º. En la actualidad, el ministerio asigna dos horas a cada una de ellas, y son las comunidades autónomas las que deciden si otorgar o no una tercera hora a ambas asignaturas o no. Quizás se siga manteniendo la extraña circunstancia de que comunidades como Castilla y León, Historia cuente con 4 horas semanales en 2º de bachillerato y la Historia de la Filosofía con 3, cuando son asignaturas que van juntas en las pruebas de acceso a la universidad, teniendo los alumnos la opción de escoger una o la otra. Una asimetría que quizás pudiera compensarse ahora pero a la que seguramente no prestarán atención los responsables del ministerio, que estarán más preocupados por otras cuestiones, como dar más valor a las instrumentales y los idiomas, los porcentajes que imparte cada comunidad, ofrecer subvenciones a los centros que sólo admiten chicos o chicas o asegurar la presencia de la religión en todos los cursos del sistema, aparejada al engendro de las medidas de atención educativa, en las que el aprovechamientoeducativo es prácticamente nulo. Esto sí que es reforzar las instrumentales.
Como si no hubiera pasado el tiempo: nueva reforma educativa, y otra vez la filosofía en el punto de mira. Y en este caso, duele tener razón: hace más de 4 años, cuando se implantaba la EpC, denunciaba en esta misma página, frente a defensores de la EpC del propio campo de la filosofía, que al perder la denominación de ética, nadie se acordaría de recuperarla en la siguiente reforma. Parece que así ha sido, y los perjudicados, una vez más, serán en primer lugar los alumnos, que perderán las pocas horas de formación moral y política que existían en la segunda etapa de la secundaria. Y hay que decirlo bien a las claras: los segundos perjudicados somos todos los profesores de filosofía, que con esta reforma vamos a perder horas y podremos terminar reconvertidos en profesores de lengua o de historia. Porque es este otro de los aspectos del borrador: en función de las necesidades los profesores podrán asignarse a nuevos niveles educativos, a nuevas funciones, nuevos departamentos. Y una vez más se confirma otro principio de la política: los que antaño defendían la existencia de la ética en 4º frente a la aprobación de la EpC, son los mismos que ahora eliminan esta asignatura sin recuperar la que antes defendían. Debería extenderse la alarma, pero nos queda un solo consuelo: con esta forma de gobernar, es más que posible que en 2015 o antes estemos hablando ya de una nueva ley educativa. Auqnue visto desde otro punto de vista podemos estar seguros de una cosa: la filosofía seguirá estando en el punto de mira.
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