Circula ya por la red el nuevo borrador de la LOMCE. Y mientras los grandes medios se centran en la situación de las lenguas co-oficiales en el mismo, muy poco se dice del currículum que ha diseñado la nueva ley. Parece que para algunos no importa demasiado lo que se enseñe, sino en qué lengua se haga. La cuestión, en lo que a a la filosofía toca, es que este borrador representa un claro retroceso respecto al anterior: si antes eliminaba la ética y no decía nada sobre las asignaturas optativas de carácter filosófico, como podría ser la psicología, en esta nueva versión se da un paso más allá: se elimina la ética, y la Historia de la Filosofía de 2º de bachillerato se convierte en una más de las asignaturas optativas, que pasan a denominarse ahora "asignaturas específicas". El balance no puede ser más negativo, y sólo podría empeorar más aún si alguna mente brillante dentro del ministerio pensara en eliminar la filosofía por completo, que parece ser la dirección hacia la que apunta la LOMCE si tenemos en cuenta los dos borradores publicados.
La situación es preocupante, más allá de la situación laboral de los miles de profesores de filosofía que hay en España. De lo que se trata es del tipo de educación que queremos. Y no sé si tiene mucho sentido repetir, una vez más, los argumentos en defensa de la filosofía. En los nueve años recién cumplidos de esta web, hemos pasado por la LOCE, la LOE y ahora la LOMCE. Y en todos los casos hubo que plantear el debate de la función de la filosofía dentro del sistema educativo. El pensamiento crítico, la capacidad argumentativa, y las grandes cuestiones de la historia del pensamiento no parecen tener suficiente peso específico para el ministerio, que emprende un camino bien curioso: esta LOMCE, en lo que a la filosofía respecta, vuelve a los años oscuros de la LOGSE, en los que las asignaturas de filosofía ocuparon un lugar puramente marginal y residual en el conjunto del sistema.
Con todo, esta nueva ley es retrógrada en un sentido aún mayor: elimina la ética pero "inventa" una nueva asignatura de formación en valores como alternativa a la religión. Esto ya no implica volver a la LOGSE, sino mucho más atrás, a aquellos años del bUP y el COU en los que la ética era la alternativa a la religión. Planteamiento que implica una ignorancia tremenda de lo que es la ética o de lo que es la religión. Probablemente se trate de ambas cosas: a alguna lumbrera miniterial se le habrá ocurrido aquello de que toda religión incluye una serie de normas y valores y sin pensárselo dos veces habrá pensado que no hay mejor manera de garantizar una enseñanza moral que ofertar la religión y los valores morales como alternativos. Un despropósitvo como cualquier otro. Quien sabe: quizás otro de los intelectuales que hayan colaborado en la redacción pueda ver mañana noticias en prensa de la tensión que hay entre el neodrawinismo y la religión, y en la ley definitiva los alumnos puedan escoger entre religión y biología. Dejemos las bromas a un lado: en lo que toca a la filosofía el borrador es un retoceso de décadas, y se deja ver claramente la intención que lo alumbra: lengua, matemáticas, inglés, historia. Todas ellas materias muy importantes y necesarias. Pero insuficientes si se quiere una formación amplia. Lo que no termino de entender es la falta de valor del decreto: si lo que desean es eliminar la filosofía, que se afirme abiertamente y no se la deje morir en sucesivas reformas. El profesorado será reconvertido a otras asignaturas afines, y todos tan contentos. Otra cuestión es que en apenas una década veríamos las consecuencias. Esperemos que no pase.
- Comentarios bloqueados