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Ludwig Feuerbach
La esencia del cristianismo
- “La religión es la escisión del hombre consigo mismo; considera a Dios como un ser que le es opuesto. Dios no es lo que es el hombre, el hombre no es lo que es Dios. Dios es el ser infinito, el hombre, el ser finito; Dios es perfecto, el hombre, imperfecto; Dios es eterno, el hombre, temporal; Dios es omnipotente, el hombre, impotente; Dios es santo, el hombre pecaminoso. Dios y el hombre son extremos; Dios es lo absolutamente positivo, la suma de todas las realidades, el hombre el lo absolutamente negativo, la suma de todas las negaciones”.
- “Dios en cuanto Dios, es decir, como no finito, ni humano, no materialmente determinado, ni como ser sensible es tan sólo objeto del pensamiento. Es lo no-sensible, sin forma, inconcebible, inimaginable, un ser abstracto y negativo; es conocido, es decir, se convierte en objeto solamente por abstracción y negación (via negationis). ¿Por qué? Porque no es más que la esencia objetivada de la facultad del pensamiento; es sencillamente la facultad o la actividad, o como quiera llamarse, por la que el hombre se hace consciente de la razón, del espíritu, de la inteligencia.”
- “El entendimiento es el ser “originario, primitivo”. El entendimiento deriva todas las cosas de Dios, como su causa primera; sostiene que sin una causa razonable el mundo es abandonado al azar sin sentido y sin finalidad; es decir, el entendimiento sólo encuentra en sí, en su ser, el fundamento y la finalidad del mundo, cuya existencia es clara y concebible si se apoya en la fuente de todos los conceptos claros y distintos, es decir, si se explica a sí mismo. Sólo el ser que actúa con intención y según fines, es decir, que actúa con entendimiento, es para éste un ser verdadero, inmediatamente cierto, claro y fundado en sí mismo. Por consiguiente, lo que no tiene intenciones debe tener el fundamento de su existencia en la intención de otro ser y, precisamente, de un ser inteligente.”
- “Nuestras propiedades positivas y esenciales, nuestras realidades son, pues, las realidades de Dios, que en nosotros tienen límite, pero en Dios no. Pero ¿quién niega los límites de las realidades, quién los suprime? El entendimiento.”
- “Las definiciones de Dios de los filósofos especulativos, como el ser en el que no se pueden distinguir la existencia y la esencia, en el que las propiedades son su esencia misma, de tal modo que predicado y sujeto se identifican en él, todas estas determinaciones son conceptos deducidos de la esencia del entendimiento.”
- “La razón es el ser más indispensable, la necesidad más profunda y esencial. La razón es autoconciencia del ser, el ser consciente de sí mismo; en la razón se revela el fin, la razón del ser. La razón es el ser que se objetiva como fin de sí mismo, es el fin de todas las cosas. Lo que es objeto de sí mismo es el ser supremo y último; lo que tiene poder sobre sí mismo es omnipotente.”
- “La característica más importante de la religión, particularmente de la religión cristiana, en lo referente al entendimiento o a la razón de Dios, consiste en la perfección moral. Dios, como ser moralmente perfecto, no es más que la idea realizada, la ley personificada de la moralidad, el ser moral del hombre .el ser propio del hombre- puesto como ser absoluto; pues el dios moral exige del hombre que sea como es él mismo: “Dios es santo y vosotros debéis también ser santos”, la propia conciencia del hombre; pues, de lo contrario, ¿cómo podría temblar y acusarse ante el ser divino?, ¿cómo podría hacerlo juez de sus pensamientos y opiniones más íntimos?”
- “El amor es el vínculo, el principio de mediación entre lo perfecto y lo imperfecto, entre el ser puro y el pecaminoso, entre lo general y lo individual, entre la ley y el corazón, entre lo divino y lo humano. El amor es Dios mismo y fuera del amor no hay Dios. El amor convierte al hombre en Dios y a Dios en hombre. El amor fortalece lo débil y debilita lo fuerte, humilla lo altivo y eleva lo humilde, espiritualiza la materia y materializa el espíritu. El amor es la verdadera unidad de Dios y del hombre, de espíritu y naturaleza.”
“La religión es la relación que el hombre sostiene con su propia esencia –en esto consiste su verdad y su fuerza moral de salvación-, pero con su esencia no en cuanto suya sino como la de otro ser diferente de él y hasta opuesto –en esto consiste su falsedad, sus límites, su contradicción con la razón y la moralidad; la fuente perniciosa del fanatismo religioso, el principio metafísico superior de los sangrientos sacrificios humanos, en una palabra, en esto consiste el fundamento primordial de todas las abominaciones, de todas las escenas espantosas de la tragedia de la historia religiosa.”
- “De ahí que cuanto más cerca esté la religión de su origen, tanto más verdadera y sincera es, y tanto menos misteriosa es su esencia. Es decir, en el origen de la religión no hay ninguna diferencia cualitativa o esencial entre Dios y el hombre. Y el hombre religioso no se escandaliza por esta identidad, pues su entendimiento está todavía en armonía con su religión.”
- “Lo que contradice al sentido religioso consiste solamente en esto, que la existencia se piensa separada, y de ahí se origina la apariencia de si Dios sería algo solamente pensado, un ser existente en la representación, una apariencia que, por lo demás, es inmediatamente eliminada; porque la prueba demuestra precisamente que a Dios le compete una existencia diferente de la existencia pensada, una existencia fuera del hombre, fuera del pensamiento, una existencia real, una existencia por sí.”
- “Las pruebas de la existencia de Dios tienen como fin exteriorizar el interior, separarlo del hombre. Mediante la existencia se convierte Dios en una cosa en sí: Dios no es solamente un ser para nosotros, un ser para nuestra creencia, para nuestro sentimiento, un ser en nuestro ser, es también un ser por sí, un ser fuera de nosotros, en una palabra, no es sólo fe, sentimiento, pensamiento, sino también un ser real, diferentes de la creencia, del sentimiento, del pensamiento. Pero un ser semejante no es otro que el ser sensible.”
- “La existencia de Dios debería, pues, ser una existencia determinada en la realidad sensible, pero Dios no es visto ni escuchado, ni sentido sensiblemente. Él no existe en absoluto para mí, si yo no existo para él; si yo no creo ni pienso en Dios alguno, entonces no existe para mí ningún Dios. Luego existe, en cuanto es pensado o creído; la adición, por mí, es innecesaria. Luego su existencia es, al mismo tiempo, real y no real –existencia espiritual, se dice para salir de apuros-. Pero la existencia espiritual no es más que la existencia pensada, la existencia creída.”
- “O, también, es una existencia sensible a la que faltan, sin embargo, todas las determinaciones de la realidad sensible, es decir, una realidad sensible que es sensible, un ser que contradice el concepto de realidad sensible, o bien simplemente una existencia vaga en general, que en el fondo es sensible, pero por no permitir que aparezca este fondo, se priva de todos los predicados de una existencia sensible real. Pero semejante existencia en general es contradictoria. A la existencia pertenece una determinada y plena realidad.”
- “Una consecuencia necesaria de esta contradicción es el ateísmo. La existencia de Dios posee la esencia de una existencia empírica o sensible, sin poseer los signos de la misma; en sí es un hecho de experiencia y, sin embargo, no es objeto de experiencia en la realidad. Exige del hombre que la busque en la realidad; lo satura con pretensiones y representaciones sensibles; de tal manera que cuando éstas no son satisfechas y cuando encuentran que la experiencia contradice más bien estas representaciones, se cree enteramente justificado para negar esta existencia.”
- “La razón no puede convertir un objeto de sí misma en objeto de los sentidos. No puedo representar en el pensamiento lo que pienso, al mismo tiempo, fuera de mí, como una cosa sensible. La prueba de la existencia de Dios supera las fronteras de la razón; es justo; pero en el mismo sentido en que ver, oír, oler, superan las fronteras de la razón que no cumple una exigencia que sólo puede ser planteada al sentido. Existencia, existencia empírica y real, sólo me la dan los sentidos.”
- “La imaginación es, en general, el verdadero lugar de una existencia ausente, no presente a los sentidos, pero sin embargo sensible según la esencia. Sólo la imaginación resuelve la contradicción en una existencia simultánea sensible y no sensible. Sólo la imaginación preserva del ateísmo.”
- “La creencia en Dios se ha roto, ha encallado en la creencia del mundo, en la creencia de los efectos naturales como los únicos reales; del mismo modo que la creencia en los milagros es sólo una creencia en milagros históricos y pasados, así también la existencia de Dios es una representación histórica y en sí misma atea.”
- “Hemos demostrado que el contenido y objeto de la religión es totalmente humano, que el misterio de la teología es la antropología, que el misterio del ser divino es la esencia humana. Pero la religión no tiene conciencia de la naturaleza humana, de su contenido; se contrapone, más bien, a lo humano, o, por lo menos, no confiesa que su contenido es humano.”
- “Donde la moral se funda sobre la teología, y el derecho sobre la institución divina, se pueden fundamentar y justificar las cosas más inmorales, injustas e infames. Puedo fundar la moral en la teología, cuando ya he determinado mediante la moral la esencia divina. De lo contrario no poseo ningún criterio de lo moral y de lo inmoral, sino una base inmoral y arbitraria.”