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Carl Gustav Hempel

Citas tomadas de Fundamentos de la formación de conceptos en ciencia empírica. Aparece al inicio de la cita la página correspondiente.

9: “Las ciencia empíricas tienen dos objetivos principales: describir los fenómenos particulares en el mundo de nuestra experiencia y establecer principios generales por medio de los cuales ellos pueden ser explicados y predichos. Los principios explicativos y predictivos de una disciplina científica se establecen en sus generalizaciones hipotéticas y sus teorías; ellas caracterizan patrones generales o regularidades a los cuales se conforman los fenómenos individuales y en virtud de los cuales su ocurrencia puede ser sistemáticamente anticipada.”

13: “Se concibe a una definición real como un enunciado de las “características esenciales” de alguna entidad, como cuando se define al hombre como un animal racional o a una silla como asiento movible separado para una persona. Una definición nominal, por otro lado, es una convención la cual meramente introduce una notación alternativa –usualmente una abreviación- para una expresión lingüística dada, a la manera de la estipulación.”

14: “Una definición nominal puede caracterizarse como una estipulación al efecto de que una expresión específica, el definiendum, sea sinónima de otra cierta expresión, el definiens, cuyo significado ya está determinado.”

C.G. Hempel, autor de Fundamentos de la formación de conceptos en ciencia empírica

18:”Una definición “real”, de acuerdo a la lógica tradicional, no es una estipulación que determina el significado de alguna expresión, sino un enunciado de la “naturaleza esencial” o los “atributos esenciales” de alguna entidad. La noción de naturaleza esencial, sin embargo, es tan vaga que hace inútil esta caracterización para los propósitos de la investigación rigurosa. Incluso es posible con frecuencia reinterpretar la indagación por la definición real de una manera que no requiere ninguna referencia a “naturalezas esenciales” o “atributos esenciales”, a saber, como una búsqueda o por una explicación empírica de algún fenómeno o por un análisis del significado.”

21: “Usualmente, un enunciado que expresa un análisis empírico tendrá el carácter de una ley general, como cuando el aire se caracteriza como una mezcla, en proporciones específicas, de oxígeno, nitrógeno y gases inertes. El análisis empírico en términos de leyes generales es un caso especial de explicación científica, que pretende la subsunción de fenómenos empíricos bajo leyes generales o teorías.”

29: “Aunque muchos de los términos del vocabulario de una teoría pueden definirse por medio de otros, esto no es posible para todos ellos, sin ir a un regreso al infinito, en el que el proceso de definir un término nunca llegaría a un fin, o a un círculo definicional, en el que ciertos términos serán definidos, mediata o inmediatamente, por medio de sí mismos. Círculos definicionales se encuentran realmente en los diccionarios donde uno puede encontrar “progenitor” definido por “padre o mdre”, después “padre” a su vez por “progenitor masculino” y “madre” por progenitor femenino”. Esto es inobjetable para el tipo de definiciones analíticas propuestas por los diccionarios; en el contexto de definiciones nominales dentro de teorías científicas, sin embargo, tal circularidad es inadmisible puesto que frustra el propósito de la definición nominal, a saber, introducir notaciones convenientes que, en cualquier momento, pueden ser eliminadas a favor de las expresiones deficientes. El regreso al infinito evidentemente tiene que ser estéril por la misma razón.”

37: “La ciencia empírica, anotamos anteriormente, no pretende simplemente una descripción de eventos particulares: busca principios generales que permiten su explicación y predicción. Y si una disciplina científica carece enteramente de tales principios, entonces no puede establecer ninguna conexión entre diferentes fenómenos: es incapaz de prever acontecimientos futuros, y sea cual sea el conocimiento que brinda, no permite aplicación tecnológica, porque todas las aplicaciones tales requieren de principios que predicen que efectos particulares ocurrirían si efectuamos ciertos cambios específicos en un sistema dado. Es, por lo tanto, de primera importancia para la ciencia desarrollar un sistema de conceptos que sea adecuado para la formulación de principios generales explicativos y predictivos.”

37-38: “El vocabulario del discurso cotidiano, el cual debe usar la ciencia al menos inicialmente, permite la enunciación de generalizaciones, tales como que cualquier cuerpo sin soporte caerá a la tierra, que la madera flota sobre el agua pero que cualquier metal se hundirá en ella; que todos los cuervos son negros; que el hombre es más intelectual que la mujer, etc. Pero tales generalizaciones en términos cotidianos tienden a tener varios defectos: (1) sus términos constituyentes carecerán con frecuencia de precisión y uniformidad de uso (como en el caso de “cuerpos sin soporte”, “intelectual”, etc.) y, como una consecuencia, los enunciados resultantes no tendrán un significado claro y preciso; (2) algunas de las generalizaciones son de alcance muy limitado (como, por ejemplo, el enunciado que versa sobre los cuervos) y así tienen poco poder predictivo y explicativo (compárese en este respecto la generalización acerca de la flota sobre agua con la enunciación del principio general de Arquímedes); (3) los principios generales expresados en términos cotidianos usualmente tienen “excepciones” como claramente se ilustran por nuestros ejemplos.”

38: “Para lograr teorías de gran precisión, amplio alcance y alta confirmación empírica, la ciencia debe producir, por lo tanto, en sus diferentes ramas, sistemas comprehensivos de conceptos especiales, referidos por términos técnicos. Muchos de aquellos conceptos son altamente abstractos y guardan poca semejanza con los conceptos concretos que usamos para describir los fenómenos de nuestra experiencia cotidiana. Realmente, sin embargo, se deben obtener ciertas conexiones entre esas dos clases de conceptos; porque la ciencia pretende en última instancia sistematizar los datos de nuestra experiencia, y esto es posible sólo si los principios científicos, incluso cuando se expresan en los términos más esotéricos, tienen una relación, y de este modo están conceptualmente conectados con enunciados reportados en “términos experienciales” disponibles en el lenguaje cotidiano que han sido establecidos por observación inmediata.”

39-40: “Una concepción fenomenalista atraerá a aquellos quienes mantienen que los datos de nuestra experiencia fenomenal inmediata debe constituir la base de prueba última para todo el conocimiento empírico; pero tiene al menos dos desventajas mayores: primero, aunque muchos epistemólogos han favorecido esta concepción, ninguno ha desarrollado todavía de una manera precisa un marco lingüístico para el uso de término fenomenalistas; y, segundo, como ha señalado Popper, el uso de reportes de observación expresados en lenguaje fenomenalista podría seriamente interferir a la objetividad pretendida del conocimiento científico: lo último requiere que todos los enunciados de la ciencia empírica sean capaces de ponerse a prueba en referencia a evidencia que es pública, i.e., que pueden procurarse por diferentes observadores y no dependen esencialmente del observador.”

41: “[…] la mayoría de las presentaciones de la ciencia fallan en establecer explícitamente de manera precisa qué términos se toman como definidos y qué otros funcionan como primitivos. En general, sólo definiciones de importancia especial se especificarán, otras se tomarán tácitamente como dadas. Más aún, los términos primitivos de una presentación pueden estar entre los definidos de otras y las formulaciones ofrecidas por autores diferentes pueden involucrar varias divergencias e inconsistencias.”

41-42: “La conjetura mencionada en el parágrafo precedente puede ahora ser establecida así: cualquier término en el vocabulario de la ciencia empírica es definible por medio de términos de observación; i.e., es posible llevar a cabo una reconstrucción racional del lenguaje de la ciencia de manera tal que todos los términos primitivos son términos de observación y todos los otros términos sean definidos por medio de ellos. Este punto de vista es característico de las formas tempranas del positivismo y empirismo y podríamos llamarlo la tesis estrecha del empirismo. De acuerdo a ella, cualquier enunciado científico, aunque sea abstracto, se transformaría, en virtud de las definiciones de sus términos técnicos constituyentes, en un enunciado equivalente expresado exclusivamente en términos de observación: realmente la ciencia trataría solamente de observables.”

42: “A pesar de su plausibilidad, la tesis estrecha del empirismo no se sostiene bajo un escrutinio cuidadoso. Hay al menos dos géneros de términos que dan origen a dificultades: los términos disposicionales, para los cuales la corrección de la tesis es al menos problemática, y los términos cuantitativos, para los cuales de seguro no se aplica.”

42: “El término de propiedad “magnético” es un ejemplo de un término disposicional: designa, no una característica directamente observable, sino más bien una disposición sobre una parte de algunos objetos físicos, a exhibir reacciones específicas (tales como atraer pequeños objetos de hierro) bajo ciertas circunstancias especificables (tales como la presencia de pequeños objetos físicos en la proximidad). El vocabulario de la ciencia empírica abunda en términos disposicionales, tales como “elástico”, “conductor de calor”, “fisionable”, “catalizador”, “prototrópico”, “cualidad recesiva”, “vasoconstrictor”, “introvertido”, “somatotónico”, “matriarcado”; […].”

Portada de Fundamentos de la formación de conceptos en ciencia empírica

48: “Un segundo grupo de términos para los que la tesis estrecha del empirismo no se sostiene son los términos métricos, que representan cantidades numéricamente medibles tales como longitud, masa, temperatura, carga eléctrica, etc.”

51:”La conjetura que en verdad ha sido expresada en los escritos empiristas más recientes es que todo término de la ciencia empírica puede introducirse, sobre la base de términos de observación, por medio de un conjunto adecuado de enunciados reductivos. Llamaremos a esta aserción la tesis liberalizada del empirismo. Pero incluso para esta tesis surgen dificultades en el caso de conceptos métricos.”

52: “Los conceptos métricos en su uso teórico pertenecen a la amplia clase de los constructos teóricos, i.e., los términos altamente abstractos usados frecuentemente en los estados avanzados de la formación de una teoría científica, tales como “masa”, “punto de masa”, “sólido rígido”, “fuerza”, etc., en mecánica clásica; “temperatura absoluta”, “presión”, “volumen”, “proceso Carnot”, etcétera, en termodinámica clásica; y “electrón”, “protón”, “función ψ”, etc., en mecánica cuántica. Los términos de este tipo no se introducen por definiciones o cadenas reductivas basadas en observables; de hecho, no se introducen por ningún proceso gradual de asignación de significado a ellos individualmente. Más bien, los constructos usados en una teoría se introducen conjuntamente, por decirlo así, estableciendo un sistema teórico formulado en términos de ellos y dando a este sistema una interpretación experiencial, que a la vez confiere un significado empírico a los constructos teóricos.”

53: “Un sistema teórico puede entonces ser concebido como una teoría no interpretada en forma axiomática, que está caracterizado por (1) un conjunto especificado de términos primitivos; éstos no están definidos dentro de la teoría; y todos los otros términos extra-lógicos de la teoría se obtienen de ellos por definición nominal; (2) un conjunto de postulados –alternativamente los llamaremos primitivos, básicos o hipótesis; de los cuales los otros enunciados de la teoría se obtienen por deducción lógica.”

55: “Una geometría física, i.e., una teoría que se ocupa con aspectos espaciales de fenómenos físicos, se obtiene a partir de un sistema de geometría pura, dando a los primitivos una interpretación específica en términos físicos. Así, e.g., para obtener la contraparte física de la geometría pura euclidiana, los puntos pueden interpretarse como aproximándose a pequeños objetos físicos, i.e., objetos cuyo tamaño es insignificante comparado con sus distancias mutuas (podrían ser puntas de alfiler, la intersección de hilos, etc., o, para propósitos astronómicos, estrellas enteras o incluso sistemas galácticos); una línea recta puede construirse como la trayectoria de un rayo de luz en un medio homogéneo; la congruencia de intervalos como una relación física caracterizable en términos de coincidencias de varas rígidas; etc. Esta interpretación convierte a los postulados y teoremas de la geometría pura en enunciados de la física, y la cuestión de su corrección factual ahora permite –y en verdad requiere- de pruebas empíricas.”

55-56: “Si la evidencia obtenida por métodos apropiados es desfavorable, la forma euclidiana de la geometría puede bien ser reemplazada por alguna versión no euclidiana que, en combinación con el resto de la teoría física, está en mejor concordancia con los descubrimientos observacionales. De hecho, precisamente esto ha ocurrido en la teoría general de la relatividad.”

58: “Una teoría científica se asemejaría, por lo tanto, a una compleja red espacial: sus términos son representados por sus nudos mientras que los hilos que los conectan corresponden, en parte, a las definiciones y, en parte a las hipótesis fundamentales y derivadas incluidas en la teoría. El sistema entero flota, por así decirlo, sobre el plano de observación y está anclado a él por reglas de interpretación. Estas se concebirían como cuerdas que no son parte de la red pero que eslabonan ciertos puntos de ésta con lugares específicos en el plano de las observaciones. En virtud de aquellas conexiones interpretativas, la red puede funcionar como una teoría científica: a partir de ciertos datos observacionales, podemos ascender, vía una cuerda interpretativa, a algún punto en la red teórica, desde allá proceder, vía definiciones e hipótesis, a otros puntos, desde los cuales otra cuerda interpretativa permite un descenso al plano de la observación.”

58-59: “De esta manera, una teoría interpretada hace posible inferir la ocurrencia de ciertos fenómenos que pueden describirse en términos observacionales y que pueden pertenecer al pasado, o al futuro, sobre la base de otros fenómenos tales, cuya ocurrencia ha sido previamente averiguada. Pero el aparato teórico que provee tales puentes predictivos y postdictivos desde los datos observacionales a potenciales descubrimientos observacionales no puede, en general, formularse solamente en términos de observables. La historia entera de la empresa científica parece mostrar que en nuestro mundo no pueden obtenerse principios confiables, simples y comprehensivos para la explicación y predicción de fenómenos observables meramente resumiendo y generalizando inductivamente datos observacionales.”

62: “Un sistema teórico sin interpretación empírica es incapaz de ponerse a prueba y así no puede constituir una teoría de fenómenos empíricos; diremos de sus términos, así como de sus conceptos que carecen de relevancia empírica.”

70”No obstante, la solidez de la insistencia en las interpretaciones operacionales para los términos científicos, no debe olvidarse que los buenos constructos científicos deben tener también relevancia teórica o sistemática, i.e., deben permitir establecer principios explicativos y predictivos en la forma de leyes generales o teorías. Hablando vagamente, la relevancia sistemática de un conjunto de términos teóricos está determinada por el alcance, el grado de confirmación factual y la simplicidad formal de los principios generales en que ellos funcionan.”

70-71: “En los estados teóricamente avanzados de la ciencia esos dos aspectos de la formación de conceptos están inseparablemente conectados; porque, como vimos, la interpretación de un sistema de constructos presupone una red de enunciados teóricos en la que ocurren aquellos constructos. En las etapas iniciales de investigación, sin embargo, que están caracterizadas por un extenso vocabulario observacional y por un bajo nivel de generalización, es posible separar cuestiones de la relevancia empírica de la sistemática; y hacerlo tan explícitamente puede ser útil para la clarificación de algunas cuestiones metodológicas más bien importantes.”

74-75: “Resumiendo y ampliando: en la investigación explorativa preteórica, frecuentemente la ciencia tendrá que disponer del vocabulario del lenguaje conversacional con todas sus imperfecciones, pero en el curso de su desarrollo tiene que modificar su aparato conceptual tanto como para acrecentar la relevancia teórica del sistema resultante y la precisión y uniformidad de su interpretación –sin ser estorbado por la consideración de preservar y explicar el uso precientífico de los términos convencionales tomados dentro de su vocabulario.”