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Innato en Immanuel Kant

Es una estructura de conocimiento previa a la experiencia empírica. Es importante destacar que para Kant no hay ideas innatas tal y como las podía entender, por ejemplo, Descartes. La clave del innatismo no reside en una idea concreta, sino en una estructura del conocimiento humano que forma parte del sujeto. Así, son innatas las formas a priori de la sensibilidad (el espacio y el tiempo) y las doce categorías del entendimiento. Estas estructuras, junto a la razón, forman parte de lo que Kant llama sujeto trascendental. En consecuencia, lo innato es la forma del conocimiento, la estructura que “recibe” la realidad, pero no una idea determinada.