
No, nos hemos equivocado al hablar del carnaval ahora. Mientras todo el mundo celebraba su carnaval, una pequeña ciudad situada en el corazón de Europa permanecía inexpugnable, manteniendo una vieja tradición. Estoy hablando, como no podía ser menos, de Basilea. Efectivamente, en esta ciudad suiza celebran el que según ellos es el mejor carnaval del mundo, y lo hacen una semana más tarde que el resto del mundo. Suiza es un país muy peculiar, y su carnaval también lo es...
En Basilea el carnaval "empieza" a primeros de enero. Desde esta fecha venden unas insignias que toto ciudadano de bien debe comprar. Las hay de bronce, plata y oro. Es uno de los muchos impuestos indirectos de la Confederación Helvética. Con lo recaudado (también se las venden a turistas, por supuesto) se subvencionan todas las actividades de los 3 días grandes. Todo comienza el domingo a las 4 de la mañana, cuando todos los grupos (algo parecido a las peñas En España) encienden sus carrozas a la vez y van desfilando mientras tocan (todos a una) con sus flautas y tambores una melodía que no se interrumpirá durante los 3 días que dura el carnaval. En estos días, las peñas van tocando por la calle, y desfilan con sus disfraces y sus melodías chiripitifláuticas.
Durante este tiempo, la ciudad es la desorganización mejor organizada. Las calles se cubren con una alfombra de confeti, y la gente se dedica a disfrutar de la música, bailar, tirar confeti a los paseantes y abusar de la comida y la bebida. Los niños, auspiciados por sus padres, llenan de confeti a los inocentes turistas, y la ciudad vive una fiesta permanente. Cuando alguien ha vivido en Basilea unos meses, y ha comprobado la "corrección política" de los suizos, su exquisita educación que levanta barreras entre la gente, su frialdad, y le exagerada sistematización a la que someten el más mínimo detalle de la vida en sociedad, y ve el desmadre que se monta durante esos 3 días, entonces se comprende el significado de los ritos de inversión. Alguna válvula de escape tiene que haber cuando la vida diaria es tan gris...
P.D: al menos el detalle "exclusivista" de celebrar el carnaval una semana después que el resto del mundo me permitió ver el carnaval del fuego de Liestal.
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