Bien lo sabían los antiguos:
primero vivir, y luego filosofar. Un proverbio un tanto pragmatista que encierra sin embargo cierta dosis de verdad.
La vida y la filosofía como dos vectores esenciales del ser humano, a veces excluyentes y otras complementarios. Pudiera parecer que en esta bitácora hay
algo de filosofía, pero muy poco o nada de vida. Para enmendar un poco esta posible carencia, inauguramos hoy una nueva categoría: "
primum vivere".