La mujer ha de ser considerada igual al hombre, con los mismos derechos y oportunidades
La historia es el reflejo de las estructuras de opresión y marginación de la mujer. Conocerlas es el primer paso para superarlas
La causa de la mujer no puede circunscribirse a un país o una movilización concreta, sino que ha de globalizarse, convertida en uno de los grandes proyectos éticos de la humanidad.